Hace aproximadamente dos años Albert Rivera anunciaba que comenzaba a trabajar en el bufete de abogados Martínez – Echevarría junto a José Manuel Villegas.
Ayer saltaba la noticia de que Albert Rivera deja el despacho de abogados Martínez-Echevarría. Fuentes del bufete señalan, en todo caso, que esta debe ser la reacción de ambos al requerimiento de mayor rendimiento que se les trasladó recientemente desde la cúpula de la organización. «Su productividad estaba alcanzando niveles preocupantes, muy por debajo de cualquier estándar razonable», explican a El Confidencial.
Junto con la reestructuración de su consejo de administración, el despacho también tendrá que modificar la denominación del bufete, que en septiembre de 2020 pasó a ser Martínez-Echevarría & Rivera Abogados, para volver a su nombre original, prescindiendo del apellido del presidente saliente.
«A nadie se le ocultaba que el potencial en forma de generación de negocio que aportaban sus contactos, su popularidad y su trayectoria, tenía como contrapartida la indomabilidad de una figura como la suya y la inevitable tentación de seguir participando (aunque fuera de forma indirecta) en la vida política», prosiguen.
Ahora Rivera ha solicitado su sueldo hasta 2025 y estudia reclamar daños morales a través de sus representantes legales. Acusa al bufete de incumplimiento de contrato, tanto en lo que se refiere al papel que se le prometió como presidente ejecutivo y vicepresidente, respectivamente, como por la falta del pago del variable y de la entrega de una parte del capital de Right Option, la sociedad que está detrás de Martínez-Echevarría.
A través de sus representantes legales, Rivera y Villegas han reclamado hoy al bufete el abono de todas las cantidades que les adeudan en concepto de retribución y de las futuras hasta el 1 de marzo de 2025, fecha a la que inicialmente estaba ligada su relación laboral. Además, han exigido un estimación del variable que les habría correspondido hasta entonces.
Un portavoz de Martínez-Echevarría, en declaraciones a El Confidencial, tachó la salida de los expolíticos de “desesperada estrategia de comunicación emprendida como huida hacia adelante, al encontrarse arrinconado por los radicales incumplimientos que no solo alcanzan a los resultados, sino a la propia actividad (o mejor, inactividad) e incluso falta de presencia”.
Lejos de intentar calmar las aguas, acusó a Rivera de que “su corta experiencia jurídica, concretada en solo dos años como becario en La Caixa, junto con una pasividad e inactividad no vistas nunca en la empresa privada, han resultado intolerables para Martínez-Echevarría Abogados, desde donde se la ha requerido reiteradamente para que elevara ratios de presencia, trabajo y rendimiento a unos mínimos que no avergonzaran a sus propios compañeros de despacho”.
Mofas en redes
A raíz de este suceso le han recordado a Rivera una de sus posiciones políticas, el despido libre:
Todos miramos a Ayuso y Mazón, pero no olvidemos a Moreno Bonilla: el fraude de la sanidad y la privatización encubierta
243 millones de euros desviados y un sistema sanitario público en jaque
Informes forenses y clínicos confirman que los protocolos de Ayuso dejaron morir a miles en las residencias
Los protocolos de la vergüenza no solo marcaron una gestión; marcaron una forma de entender la vida y la muerte en tiempos de crisis.
5.000 euros de multa a Luis ‘Alvise’ Pérez por divulgar fotografías de la hija menor de edad de Óscar Puente
La difusión de imágenes de menores sin su consentimiento revela las grietas en la protección de derechos frente a la desinformación mediática.
Vídeo | Ahora sí vamos a diferenciar a Andy de Lucas
Un cambio drástico en la apariencia de Lucas de Andy y Lucas abre el debate sobre la influencia de los filtros, las cirugías y las inseguridades que alimentan.