A estas alturas, muchos habrán oído hablar de los deportes electrónicos, de una forma u otra. Los hay auténticos apasionados a estas disciplinas digitales y otros que, apenas, han escuchado nombrarlos y no saben exactamente en qué consisten. Para este segundo grupo, vamos intentar explicar qué son los eSports y cómo han conseguido este increíble éxito que, a día de hoy, les granjea una audiencia superior a los 500 millones de espectadores anuales.
La historia de los videojuegos no es reciente: llevan décadas con nosotros, aunque los primeros títulos, lanzados en los años 70, apenas salieron del ámbito universitario. Su uso doméstico se generalizó en la década de los 80 y de los 90. Hoy es uno de los sectores más potentes del mundo: el valor de este mercado se sitúa por encima de los 250.000 millones de dólares y con unas previsiones de crecimiento espectaculares. La afición a estos entretenimientos ha aumentado enormemente con la llegada de los juegos a los móviles, que ha permitido la penetración de este mercado en un público aún mayor.
Variedad de temáticas
Con esta pasión por los videojuegos que existe en la sociedad, tiene cierta lógica que la versión competitiva de éstos tenga la capacidad de congregar a tantos espectadores. Y eso son los eSports: competiciones en forma de ligas y torneos de videojuegos. Las audiencias se reparten entre los torneos de los distintos títulos, existiendo una cierta variedad de temáticas. Entre las más seguidas están los “Shooters” o juegos de disparos en primera persona y, de todos ellos, destaca especialmente Counter-Strike. Este juego, que proviene de una extensa y longeva saga, consigue un gran número de fanáticos para las más representativas competiciones de CS:GO, la versión que ahora triunfa en los eSport, incluyendo numerosas consultas a las webs de pronósticos para comprobar las opciones de los diferentes equipos participantes.
También tienen un notable éxito los MOBA (multijugador de arena de batalla en línea). Estos juegos enfrentan a dos equipos, donde cada miembro maneja a un “héroe” con habilidades especiales. El objetivo es arrasar el campamento contrario. Los ejemplos más representativos de este género son League of Legends, Dota 2 o Mobile Legends: Bang Bang. El primero de ellos tiene el honor de poseer el torneo más seguido de la escena actual: el “LOL Worlds”. Por otra parte, también encontramos la temática deportiva, con juegos como el FIFA, una de las sagas con mayor trayectoria de la historia de los videojuegos.
Innovando para un público joven
Esta variedad de títulos es, de hecho, uno de los factores que influye en su éxito, pues encontramos torneos al gusto de cualquiera de los aficionados. Pero no es la principal variable en su auge. Tal vez lo que tenga más peso para conseguir este seguimiento es el cambio generacional. Las nuevas generaciones parecen desapegadas de la televisión convencional y de los deportes tradicionales. Perecen valorar más lo innovador de los deportes electrónicos y la libertad que ofrecen las redes sociales (que son el principal medio de difusión de estas modalidades digitales). El público joven es, de hecho, el perfil principal del seguidor de los eSports.
Evidentemente, como en todas las disciplinas competitivas, el público tiene sus propios ídolos. En este caso concreto, curiosamente, se reparten entre los competidores y los “streamers” (los que retransmiten los campeonatos). En la actualidad, algunos de ellos, como Ibai Llanos, tienen salarios astronómicos y acumulan audiencias increíbles en sus canales de redes sociales (como Twitch, una de las más destacas de este ecosistema). Tal es el interés que despiertan, que son muchos los organizadores de deportes tradicionales que están intentando importar parte de este modelo. Incluso el Comité Olímpico Internacional parece decidido a incluir los eSports dentro de las categorías olímpicas.
Por último, tampoco podemos dejar de lado otra de las fórmulas nucleares de su crecimiento: los ingresos publicitarios. Con una audiencia creciente y de estas dimensiones, no son pocas las marcas de gran relieve que quieren participar de este fenómeno. Esto dispara los ingresos de los organizadores, que pasan a tener más recursos para promover y llevar a cabo los eventos, lo que acaba congregando a más espectadores. En la actualidad, ya superan a algunos deportes clásicos. Y, así, continúa su imparable auge el mundo de los eSports.
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