«Espérame ahí donde estés, donde no hay dolor ni maldad», lamentó Andrea, la viuda del asesinado.
Cientos de vecinos de la localidad murciana de Puerto de Mazarrón lloraron este martes ante el asesinato racista que tuvo lugar en el municipio el pasado domingo. «Todos somos Younes» fue el grito más repetido para recordar a Younes Bilal, vecino de esta localidad de la costa murciana, y en apoyo a la familia del marroquí.
Andrea, su viuda, ha encabezado la manifestación, tomó la palabra y, entre aplausos de los presentes y a punto de llorar, dijo: «Espérame ahí donde estés, donde no hay dolor ni maldad, para que, cuando yo llegue, ni el racismo ni el odio nos puedan separar».
Las voces reclamando justicia por Younes se han extendido por todo el pueblo. Muchos retransmitieron a través de redes el momento. «Estamos contigo, todo el pueblo está contigo», gritaban los presentes. En un cartel se podía leer: ‘Younes, eres nuestro héroe’, según relata La Opinión de Murcia.
Los congregados hicieron hincapié en que el presunto asesino es «un racista español, no un loco» y han lamentando que «el racismo ha subido un peldaño mortal en la Región de Murcia»..Desde la organización Convivir Sin Racismo reclaman que el asesinato sea investigado como un delito de odio.
Tres tiros
Carlos Patricio B. M., el presunto asesino, es un residente de Mazarrón de 52 años, comenzó a increpar a una de las camareras por estar hablando «con un grupo de musulmanes». Entonces, «Younes se levantó y la defendió. Discutieron en la cafetería y empezaron a volar mesas», cuenta Mohamed, el amigo con quien estaba tomando algo.
El hombre se marchó y regresó unos minutos más tarde empuñando un arma de fuego. Disparó a Younes a grito de «muerte a los moros», según relata el medio local La Verdad.
La titular del juzgado de Instrucción número 1 de Totana acordó este miércoles el ingreso en prisión provisional del presunto responsable del asesinato de Younes. Se le investiga por la comisión de un delito de asesinato y de un delito de tenencia ilícita de armas.
La Benemérita investiga la procedencia de las armas cortas que fueron descubiertas en su domicilio, por si hubiesen sido adquiridas en el mercado negro, detallan fuentes próximas al caso.
En el auto, la juez precisa que «el ingreso en prisión se deberá realizar en un módulo que presente las garantías suficientes para preservar la integridad física y la propia vida del investigado».
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