El pasado 13 de marzo, la BBC anunció su decisión de reincorporar a la cadena a Gary Lineker, el popular exfutbolista y presentador del programa Match of the Day (“El partido del día”). Con este anuncio, la BBC trataba de aplacar la revuelta entre su personal por haber retirado temporalmente a Lineker del programa. La amonestación de la BBC estuvo motivada por un polémico tuit que el afamado presentador publicó el 7 de marzo en respuesta al endurecimiento de la política de asilo del gobierno de Rishi Sunak. La cadena hizo pública también su intención de revisar sus directrices sobre imparcialidad en redes.
La reacción pública al caso Lineker ha generado un debate sobre la imparcialidad periodística más allá de Reino Unido. ¿Qué hay detrás del caso Lineker y de su potencial impacto en la compresión del periodismo hoy? En concreto, ¿qué conexión existe entre las redes sociales y la discusión sobre imparcialidad en la BBC?
El caso de Lineker no es un incidente aislado. En los últimos años, la BBC ha reprendido a otros de sus reconocidos presentadores por saltarse la norma. En mayo de 2020, Emily Maitlis, entonces presentadora de Newsnight, abrió el programa criticando a Dominic Cummings por un polémico viaje realizado durante el confinamiento mientras ejercía como asesor jefe de Boris Johnson. Los comentarios de Maitlis se difundieron ampliamente en redes sociales, provocando un llamamiento ciudadano a la dimisión de Cummings. Según la BBC, “Maitlis comprometió a la emisora al dar la impresión de tomar partido y expresar una opinión sobre un asunto controvertido”.
Más recientemente, la presentadora de The Papers (BBC News), Martine Croxall, fue suspendida temporalmente al igual que Lineker. ¿El motivo? Expresar en su programa que se sentía “contenta” tras conocer que Boris Johnson había renunciado a liderar el partido conservador. “Probablemente estoy rompiendo alguna terrible regla de imparcialidad al reírme”, bromeó Croxall (BBC News, 2022).
Periodistas que desafían las normas
Si los periodistas de la BBC están obligados a seguir las directrices sobre imparcialidad, ¿por qué algunos de ellos las desafían abiertamente? Una posibilidad es que las figuras que gozan de reconocimiento en la cadena ejerzan su influencia en las redes para visibilizar el debate. Puesto que ocupan una posición central en Twitter, su capacidad de repercusión es mayor que la de figuras más periféricas. Esta hipótesis no resulta baladí si, por ejemplo, tenemos en cuenta que los seguidores de Gary Lineker en Twitter suman casi nueve millones.
Sin embargo, estas figuras podrían temer represalias y preferir no pronunciarse, mientras que para otros perfiles de menor visibilidad esto supondría un menor temor. Si tales tendencias existen, ¿qué relación pueden tener con la evolución y recodificación de principios que hasta ahora se han considerado nucleares en el periodismo?
Las autoras de este artículo están realizando un estudio que combina dos herramientas. Primero, el análisis social de redes de las cuentas de Twitter de los periodistas de BBC News. Después, un análisis cualitativo del contenido de sus publicaciones en Twitter antes y después de la implementación de una normativa sobre imparcialidad en octubre de 2021. Los resultados preliminares muestran que los roles institucionales (presentador, reportero, editor, etc.) determinan el enfoque discursivo de los periodistas. Además, aquellos que ocupan posiciones centrales en la red son los que enmarcan el debate público sobre la imparcialidad.
La BBC y la libertad de información
El estudio revela que los casos de Lineker, Maitilis y Croxall no son puntuales, sino que reflejan una tendencia generalizada entre los periodistas de la BBC en Twitter. En el marco temporal analizado, el personal de noticias de la BBC fue más propenso a opinar sobre imparcialidad en términos de ideales como la justicia y el compromiso social, el control al poder o la independencia del gobierno. La libertad de información parece ser otro de los valores profesionales que se han puesto en alza en el nutrido debate generado en medios y redes sociales por el enfrentamiento entre Lineker y la BBC.
La opinión de los periodistas manifiesta una reasignación discursiva de la imparcialidad que aleja a este valor de aspectos institucionales y regulativos. Los periodistas ya no reivindican posturas como evitar posicionarse en favor de una parte o mostrar los dos lados de un conflicto. Hasta hace poco, estos aspectos han caracterizado el modo en el que, en la práctica, la BBC regulaba la imparcialidad de sus periodistas. De hecho, cuando los periodistas hablan de ellos, lo hacen comúnmente en un tono humorístico y satírico. Por el contrario, el discurso gira en torno a una dimensión constitutiva de la imparcialidad que deja a un lado la organización de la BBC para centrarse en los propios periodistas, la profesión y los valores fundamentales del periodismo.
Solidaridad con Lineker
En solidaridad con Gary Lineker, numerosos periodistas se negaron a seguir trabajando. El sábado 11 de marzo, el motín incluso afectó a la retransmisión de su programa, que se emite ininterrumpidamente todos los sábados por la noche desde su estreno en 1964. Sin duda, la controversia generada por el tuit de Lineker no se explica sin el contexto de división de la clase política (y de los medios de comunicación) en el convulso panorama postBrexit en el Reino Unido.
Ahora, la acalorada polémica ha llegado a la mesa del debate internacional, donde se cuestiona si la BBC puede observarse todavía como símbolo de imparcialidad en la era de internet y las redes sociales. En efecto, resulta improbable que este debate represente un giro discursivo radical frente a qué es o debería ser el periodismo. Sin embargo, Twitter constituye un espacio de autoridad entre los periodistas desde sus inicios. En gran medida, porque dota a sus mensajes de un alcance sin precedentes, con capacidad de movilizar a la opinión pública.
Se abre, por tanto, un espacio de oportunidad en el que las reivindicaciones históricas adquieren nuevos significados y relevancia. Así lo ilustra un tuit de Ros Atkins, editor y analista de BBC News. El tuit, profusamente mencionado y comentado, remite a un reciente análisis del caso Lineker realizado por Atkins para la BBC donde el periodista se pregunta directamente por el liderazgo y el enfoque de la imparcialidad de la cadena.
Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.
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