Un análisis necesario para entender cómo el poder y el privilegio se perpetúan en las élites económicas, mientras el esfuerzo de la clase trabajadora sigue siendo explotado sin reconocimiento
En este episodio de «Hasta el co*o de», Marina Lobo aborda el caso de «superación» de Isidoro Álvarez, sobrino del exdirector de El Corte Inglés, y cómo su trayectoria, que supuestamente representa la típica historia de «esfuerzo y superación», está lejos de ser lo que parece. Marina desmonta el mito de que cualquiera puede llegar a la cima si «trabaja duro», señalando cómo el privilegio familiar y las conexiones juegan un papel fundamental en ascensos meteóricos como el de Dimas Gimeno.
A lo largo del programa, se cuestiona el relato oficial de Gimeno, quien pasó de doblar camisas a dirigir uno de los mayores imperios comerciales de España, pero no sin la ayuda de su influyente tío. Este episodio es una denuncia directa contra la meritocracia falsa que se promueve en las grandes empresas, donde el esfuerzo real de los trabajadores rara vez es recompensado. Marina nos recuerda que la realidad para la mayoría es muy distinta, donde trabajar 12 horas al día no garantiza un futuro brillante, sino apenas sobrevivir.
Un análisis necesario para entender cómo el poder y el privilegio se perpetúan en las élites económicas, mientras el esfuerzo de la clase trabajadora sigue siendo explotado sin reconocimiento.
Related posts
SÍGUENOS
Milei se rinde al dólar: volantazo desesperado con aval del FMI
El gobierno que prometía “no intervenir jamás en el mercado” se arrodilla ante la divisa y dinamita su propio dogma.
Cómo frenar el hambre en Gaza
El genocidio se sostiene sobre un crimen antiguo: convertir la comida en un arma. Frenarlo es una obligación colectiva.
Aznar dicta y Feijóo obedece: FAES llama “emboscada” al pacto climático mientras el PP arde en sus propias cenizas
El laboratorio ideológico de Aznar protege a los barones del PP y convierte la prevención de incendios en munición política, mientras las comunidades gobernadas por la derecha suman récords de abandono forestal.
Vídeo | Queremos más Chikahiros
No hay pancartas masivas ni focos mediáticos. Solo un chef japonés que cada semana se planta ante la embajada de Israel en Tokio y repite lo mismo: “Parad el genodicio”. Una voz sola que vale por miles. Queremos más Chikahiros.
Vídeo | El negocio de matar
Palantir vende tecnología, pero lo que compra el ejército israelí es impunidad: un algoritmo que legitima la masacre. Cada contrato firmado es un misil que despega. Cada sonrisa de Karp es una fosa abierta.