Es una noche tranquila y el público está ansioso por ver al famoso humorista Ignatius Farray en su elemento, pero ¿quién diría que la noche terminaría en una comisaría?
Ignatius Farray, conocido por su humor irreverente, encontró la inspiración para una noche cargada de tensión y emoción de una manera que nadie esperaba, ni él mismo. Todo comenzó cuando una mujer del público, impaciente porque el show no comenzaba exactamente a la hora programada, se quejaba al personal del local. Ignatius, fiel a su estilo, decidió mencionarlo en cuanto salió al escenario.
En palabras de Ignatius: «Esta noche una mujer seria se quejaba insistentemente al personal del local de que el show no empezaba exactamente a su hora. Y efectivamente empecé diez minutos tarde, comentándole nada más salir esa ansia de puntualidad. Y ella me dijo que me callase y empezase la actuación ya.»
Esta noche una mujer seria se quejaba insistentemente al personal del local de que el show no empezaba exactamente a su hora. Y efectivamente empecé diez minutos tarde, comentándole nada más salir esa ansia de puntualidad. Y ella me dijo que me callase y empezase la actuación ya.
— Ignatius Farray (@IgnatiusFarray) June 19, 2023
CUANDO EL HUMOR SE ENCUENTRA CON LA REALIDAD
Ignatius, intrigado por el acento de la mujer, le preguntó si era rumana. Ella, de forma contundente, respondió que no y procedió a mencionar que en los países del norte de Europa de donde era, sabían cómo comportarse correctamente. Lo que pasó a continuación fue inesperado incluso para el propio Ignatius, que recordemos, no es ajeno a las controversias. Le preguntó a la mujer si era una «puta nazi».
«Como su acento me sonó a eso le pregunté que si era rumana. Y ella me dijo muy intransigentemente que no, que en los países del norte de europa de donde era ella sabían cómo comportarse correctamente. Y, a lo mejor no medí, pero le pregunté entonces que si ella era una puta nazi.»
La pareja de la mujer reaccionó al comentario de Ignatius alzándose y amenazándolo, mientras ella le arrojaba su copa de vino. Según Ignatius: «Su pareja, a lo Will Smith, se levantó hacia mí para amenazarme. Y la sangre no llegó al río, pero entre exabruptos me gritaba que no me dirigiera así a su mujer. Ella también se levantó, y me tiró su copa de vino encima (como si yo llevara mis mejores galas cuando voy a actuar).»
Ignatius se sintió nostálgico, como si hubiese vuelto a los viejos tiempos donde su humor creaba tensión. La pareja salió del lugar, y él continuó su actuación.
«Hacía muchos años que no me pasaba algo así. Por el camino había perdido la capacidad de crear esa tensión de los good old times a cambio de confianza y complicidad. Yo sentí nostalgia. Y ellos salieron del sótano vociferando y quejándose de que el show no había empezado todavía.»
Pero, la noche no terminó ahí, la pareja fue a la policía y denunció a Ignatius por delito de odio. Ignatius reflexionó y asumió su responsabilidad: «Toda la responsabilidad es mía. Si no me hubiese precipitado y la hubiera llamado «puta nazi» ya con el show empezado y más rodadito seguro que no se lo hubiera tomado tan a pecho. Fueron a la policía. Y ahorita tengo en alguna comisaría de Madrid una denuncia por delito de odio.»
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