Desde que en el año 2013 las relaciones comerciales entre Rusia y España ‘tocaron techo’, han experimentado un continuo repliegue en un contexto de sanciones tras la anexión de Crimea
En 2014 tras el estallido del conflicto ucraniano y las primeras sanciones económicas y comerciales de occidente a Rusia, que se han ido prorrogando, han afectado sensiblemente al comercio de España.

Desde el año 2013, cuando las relaciones comerciales entre los dos países marcaron máximos históricos, las exportaciones se han reducido un 21% y las importaciones, un 26%, en precios corrientes.
En el año 2021 las exportaciones de España a Rusia fueron de 2.200 millones de euros y las importaciones, de algo más de 6.000 millones.
De este modo, actualmente España ya tiene un importante déficit comercial con Rusia, quedando prácticamente indemnes los productos energéticos.
Previo a 2014 diversos sectores tenían presencia en Rusia, la alimentación y el automóvil. En los últimos cinco años, las ventas de vehículos a Rusia han sido levemente superiores a los 91 millones de euros anuales, muy lejos de los más de 600 millones que exportaba el sector a Rusia hace una década.
Lo mismo ocurre con las frutas y verduras. Hace una década las exportaciones superaban los 300 millones de euros, pero en el último lustro las ventas anuales han sido inferiores a 80 millones.
De este modo, en la actualidad, el impacto, dicen los expertos, se limitará en dicho sector, el energético, que podría repercutir en el precio del petróleo, gas y luz.
De hecho 10.000 empresas en concreto podrían verse comprometidas y miran con recelo el conflicto.
La UE ultima nuevas sanciones contra Rusia: “Es una cuestión de vida o muerte”
«Putin está trayendo la guerra de nueva a Europa», ha dicho la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una declaración televisada junto con el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
«Estamos viviendo una agresión sin precedentes», ha afirmado Von der Leyen, «cuyo objetivo es la estabilidad en Europea y el orden mundial».
La jefa del Ejecutivo comunitario, junto con Josep Borrell, ha asegurado que presentará un paquete de sanciones severas «para dirigirnos a sectores estratégicos de la economía y para bloquear el acceso de Rusia a los mercados.
Debilitaremos su economía y su capacidad de modernizarse». Von der Leyen ha asegurado que «millones de rusos no quieren la guerra», mientras «Putin está intentando echar el reloj hacia atrás, a las épocas del imperio ruso, con lo que pone en riesgo el futuro de Rusia. Le pido que se vaya del territorio. No permitiremos que sustituya el imperio de la ley por el imperio de la fuerza. No debe subestimar la fuerza de nuestras democracias».
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