El vídeo de Mohamed Anas, un joven libio, ha capturado la atención global, desvelando una cruda realidad que muchos prefieren ignorar. Su mensaje, potente y desgarrador, resalta la facilidad de elegir alternativas a los productos que indirectamente perpetúan el genocidio en Gaza, contrastando dramáticamente con la desesperada lucha diaria de los palestinos por sobrevivir. Sin acceso a agua, comida, y constantemente bajo el terror de los bombardeos, su existencia se ha convertido en un testimonio viviente de la indiferencia internacional.
Anas nos llama a la acción, instando a un boicot contra aquellos productos que llevan el peso de la sangre palestina, un grito por la justicia que resuena en cada rincón del planeta, desafiando nuestra conciencia colectiva a despertar y actuar.
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