Badalona ha decidido apostar por un titán navideño de 40 metros y 65.000 luces LED para hacer la competencia a Abel Caballero en Vigo
Desde hace unos años la Navidad se ha convertido en esa época del año en la que las ciudades compiten por ser la más brillante, la más vistosa, la más ostentosa. En la que alcaldes y alcaldesas toman la palabra y prometen llevar a su ciudad a lo más alto del podio navideño. Todo esto, ¿a qué precio?
“11 MILLONES DE LED” Y LA CARRERA DE LOS ÁRBOLES
La Navidad en Vigo ya no se entiende sin sus “11 millones de LED”, una cifra que se ha convertido en marca de la casa gracias al alcalde Abel Caballero. Parece ser que para él y para otros representantes políticos, la competencia no es tanto sobre el espíritu navideño, sino sobre quién logra un decorado más deslumbrante. Pero, ¿no será todo esto una hiperbólica carrera de egos?
El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, no se queda atrás y entra en la competencia anunciando con fanfarria que su ciudad tendrá el árbol de Navidad iluminado “más alto de España”. Y es que Badalona ha decidido apostar por un titán navideño de 40 metros y 65.000 luces LED, superando, aunque sea por unos centímetros, a otros gigantes de la Navidad como el árbol de Sevilla.
Si echamos la vista atrás, encontramos que esta rivalidad no es nueva: Vigo y Ourense se han enzarzado en pasadas ediciones navideñas en una puja por ostentar el título del “árbol más alto de Galicia y segundo de España”. Y aunque Badalona quiera llevarse el oro este año, la realidad es que la lucha por la supremacía arbórea está lejos de concluir.
SOSTENIBILIDAD: LA GRAN AUSENTE
Detrás de esta deslumbrante parafernalia, encontramos también el debate sobre la sostenibilidad. Si bien las luces LED prometen una mayor eficiencia energética, no hay que olvidar que el alumbrado navideño tiene su costo medioambiental. Tal vez sería hora de preguntarnos si realmente vale la pena invertir tanto en una competencia que parece olvidar el verdadero significado de la Navidad. ¿Es necesaria tanta iluminación? ¿Qué mensaje enviamos a las futuras generaciones?
Greenpeace España, en un intento de aportar luz (la verdadera) a la situación, nos brinda “Tips para unas Navidades sostenibles”, donde nos recuerdan que hay maneras de disfrutar de estas festividades sin sobrepasar los límites planetarios. Desde reutilizar la decoración que ya poseemos hasta optar por decoraciones hechas con materiales sostenibles como la madera o el barro, existen infinitas maneras de ser responsables con el medio ambiente.
CONCLUSIÓN: LA NAVIDAD EN SU ESENCIA
Quizás, en vez de embarcarnos en una carrera de alturas y luces, podríamos regresar a la esencia de la Navidad. En lugar de competir por el árbol más alto o la ciudad más iluminada, centrémonos en celebrar con sentido, responsabilidad y cuidado del entorno. Las y los representantes políticos podrían liderar esta transformación, demostrando que una Navidad sostenible no es solo una moda, sino una necesidad. Y tú, ¿qué opinas?
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