Cuando el exintegrante de los Ramones, Marky Ramone, decidió negarse a tocar en un concierto programado en Segrate, cerca de Milán, por la presencia de una bandera palestina, no solo dejó un escenario vacío, sino también un vacío de lógica y empatía en su acto. «Si no quieres tocar con esta bandera, vete por donde has venido», fue la respuesta firme de los organizadores del Centro Social Autogestionado Baraonda a la queja del músico.
En el mundo de la música y el arte, los símbolos como las banderas a menudo representan más que solo tela y colores. Son manifestaciones de identidad, lucha y solidaridad. Entonces, ¿por qué un músico, cuya carrera ha sido cimentada en la rebeldía y la contracultura, rechaza un símbolo de resistencia? Esta contradicción entre Marky Ramone y la bandera palestina resalta una desconexión preocupante. ¿Es acaso el apoyo a la causa palestina algo tan repulsivo para el músico que supera su compromiso con su arte y su audiencia?
Marky Ramone se niega a tocar en Italia por una bandera palestina en el escenario
— Spanish Revolution (@Spanish_Revo) November 21, 2023
«Si no quieres tocar con esta bandera, vete por donde has venido» es la respuesta que recibió de los organizadores.pic.twitter.com/qStV4jPTaI
LA POSTURA POLÍTICA DE UN CENTRO CULTURAL
El CSA Baraonda no es solo un espacio para conciertos; es un lugar donde se respira política y activismo. La elección de la bandera palestina no fue un acto aleatorio, sino una declaración de principios. Con entradas a un precio simbólico de ocho euros, el centro se posiciona como un bastión de accesibilidad cultural y política. «¡Viva Palestina Libre! ¡Vivan todos y todas que luchan por un mundo sin guerras ni imperialismo!», exclamó el portavoz del centro, marcando una clara diferencia entre el arte por el arte y el arte con un propósito.
Aquí nos encontramos con el enigma de Marky Ramone, un ex-Ramone, que se negó a tocar ante un símbolo de lucha. ¿No son acaso los Ramones símbolos de la contracultura y la resistencia? Este acto de rechazo de Ramone no solo parece desconectado de su legado musical, sino que también plantea interrogantes sobre la autenticidad de su rebeldía. ¿Es la postura de Ramone un reflejo de una creencia política personal o una falta de voluntad para enfrentar lo que la bandera representa?
Lo que el incidente en Baraonda nos enseña es que la solidaridad y la resistencia no son modas pasajeras que se pueden adoptar y descartar a conveniencia. Cuando el portavoz del centro cultural proclamó su apoyo a Palestina y a todos los que luchan contra el imperialismo, no solo estaba tomando una postura política, sino también educando a su audiencia sobre la importancia de la coherencia y la integridad. La decisión de mantener la bandera y renunciar al espectáculo de un renombrado músico habla de un compromiso más profundo con los principios que de la fama o el lucro.
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