La víctima, trans de 64 años, fue agredida a la salida a la salida de un bar del Casco Medieval. Lo ha denunciado ante la Ertzaintza
El Correo ha noticiado que el ataque ocurrió a la salida de un bar la noche del jueves 22 de julio.
Una persona trans de 64 años fue golpeada al grito de «maricón de mierda». El presunto autor de los hechos, un desconocido sin identificar, comenzó a insultarla a las puertas del local, ubicado en el Casco Viejo.
Cuando la víctima se giró, recibió «tres puñetazos en la cara» que la tiraron al suelo y rompieron sus gafas.
La víctima de este ataque tintado de odio sufrió lesiones físicas de carácter leve, según confirmó el periódico.
Ikusgune y Observatori contra l’homofòbia enmarcaron este «ataque gratuito» dentro de un delito de odio y lesiones a falta de que se pronuncie la Justicia una vez progrese la investigación policial.
En los últimos meses se ha vivido una escalada de ataques al colectivo. «El discurso de odio va en progresión hacia la violencia física, como sucedió en Galicia con Samuel, en este caso de Vitoria reivindicó el portavoz del Observatorio.
Desde el Ministerio de Interior se ha situado Álava como la provincia española con mayor tasa de delitos de odio, 13,48%.
Seguir
Subscribe
83% de las personas asesinadas en Gaza eran civiles: la mentira de la “guerra limpia” israelí
Los datos secretos del propio ejército israelí desmontan el relato oficial: el asedio a Gaza es un genocidio planificado, con un índice de matanza civil pocas veces visto en la historia reciente.
El naufragio del Cybertruck: cuando el juguete de Musk se convierte en un problema financiero
De icono futurista a chatarra cara: el vehículo que iba a revolucionar la movilidad eléctrica es hoy un fracaso asegurado.
La gran sumisión: Europa abre sus fronteras al cerdo de Trump
Un acuerdo desigual que entrega la soberanía económica de la UE a Washington
Vídeo | París marca el camino
París acaba de plantar un bosque en pleno centro. Donde antes había cemento y calor, ahora hay sombra, frescor y vida. Si ellos pueden, ¿qué excusa tienen nuestras ciudades? La crisis climática no espera: lo público debe apostar por espacios verdes, habitables y resilientes.
Vídeo | Jefaza
Cuando la ciudadanía se rebela, cuando una mujer de 87 años se atreve a pegar una pegatina contra el genocidio, mandan a cinco policías a por ella como si fuera peligrosa.