12 Oct 2024

Blog

12 de octubre: nada que celebrar
POLÍTICA ESTATAL, PRINCIPAL

12 de octubre: nada que celebrar 

Una fecha manchada de genocidio, colonialismo y opresión que aún se niega a ser cuestionada

Cada 12 de octubre, buena parte de España y los países hispanoamericanos celebran el “Día de la Hispanidad”, una festividad que se presenta como un homenaje a la cultura y a la unión entre pueblos. Sin embargo, bajo esa fachada de orgullo nacional se esconde una de las etapas más oscuras de la historia humana: la colonización de América. Para millones de personas, esta fecha no representa unidad ni legado cultural, sino violencia, exterminio y despojo.

El 12 de octubre de 1492 marca el inicio de un genocidio sistemático que arrasó con civilizaciones enteras, saqueó territorios, esclavizó a pueblos originarios y destruyó su cultura. La llegada de Colón a América no fue un encuentro entre dos mundos, fue el comienzo de una de las peores masacres en la historia de la humanidad, que sigue siendo ignorada o romantizada por quienes defienden esta celebración.

Hablar de “descubrimiento” es invisibilizar la historia de los pueblos que vivían en América mucho antes de la llegada de los colonizadores. Civilizaciones avanzadas con culturas ricas y sociedades complejas fueron aniquiladas o subyugadas en nombre de la corona española y la Iglesia. Los millones de muertos y las generaciones de indígenas exterminadas son el legado real de este día, aunque muchos aún se resistan a verlo.

LA CELEBRACIÓN DEL COLONIALISMO Y SUS HERIDAS ABIERTAS

Hoy en día, cuando se iza la bandera y se celebran desfiles militares el 12 de octubre, se está glorificando una historia de opresión, racismo y explotación que dejó cicatrices profundas en América Latina, muchas de las cuales aún no han sanado. No es casualidad que en muchos países de la región esta fecha se haya resignificado como el Día de la Resistencia Indígena o el Día de los Pueblos Originarios. Estas comunidades no olvidan lo que el colonialismo trajo consigo: el despojo de tierras, la violencia sistemática, las epidemias que diezmaron a millones y la imposición forzada de la religión y la lengua.

Para las naciones y pueblos indígenas, el 12 de octubre no es una fecha de celebración, sino de memoria y dolor. La glorificación de esta fecha es una falta de respeto hacia quienes sufrieron y siguen sufriendo las consecuencias del colonialismo. Las élites que siguen venerando la “Hispanidad” no parecen dispuestas a enfrentar los crímenes que se cometieron en nombre de ese imperio. La historia de América no puede ser entendida sin hablar del saqueo, la esclavitud y el etnocidio que vinieron con la colonización.

La celebración del 12 de octubre no solo es un agravio para los pueblos originarios, sino también para todas aquellas personas que defienden los derechos humanos y la dignidad de los pueblos. Es un recordatorio de que todavía vivimos en un mundo donde las voces de los oprimidos son silenciadas, donde la historia la siguen escribiendo los vencedores.

UN PASADO QUE SIGUE VIVO

Aunque algunos argumentan que este día debería ser una oportunidad para reflexionar sobre la diversidad cultural y el mestizaje, el 12 de octubre no puede ser disociado de la violencia histórica que representa. No hay mestizaje sin genocidio, no hay “encuentro de culturas” sin opresión. La explotación de los pueblos indígenas, la esclavitud de personas africanas y el saqueo de los recursos naturales fueron pilares del imperio español en América, y sus efectos aún se sienten hoy en día.

Los descendientes de los pueblos originarios siguen siendo marginados, despojados de sus derechos y tierras. La colonización no es un capítulo cerrado, es una herida abierta que sigue supurando. En países como México, Bolivia o Guatemala, las comunidades indígenas continúan luchando contra el racismo estructural, la pobreza y la explotación. Las empresas multinacionales, muchas de ellas con raíces en el colonialismo, siguen saqueando sus territorios, mientras los gobiernos miran hacia otro lado o incluso colaboran en esta nueva forma de colonización económica.

Por otro lado, la inmigración, que ha sido el motor de la diversidad cultural en España y en muchos países europeos, es otra de las consecuencias de ese pasado colonial. Las personas que buscan hoy refugio o un futuro mejor en Europa, muchas de ellas provenientes de América Latina y África, son a menudo recibidas con xenofobia y rechazo, como si el colonialismo no hubiera tenido nada que ver con la situación de pobreza y violencia que ahora empuja a estas personas a migrar.

El 12 de octubre es una fecha que debería invitar a la reflexión crítica, no a la celebración vacía.

Deja una respuesta

Required fields are marked *