Desde hace más de un año, diferentes periodistas parlamentarios de todos los colores políticos llevan pidiendo la expulsión de Vito Quiles del Congreso de los Diputados. ¿Por qué? Porque lo que hace Quiles no es periodismo: es acoso, provocación y manipulación. Su medio, estrechamente vinculado a la ultraderecha y al Partido Popular, no se dedica a informar, sino a esparcir bulos y datos personales, acosar a compañeros y generar un ambiente irrespirable en el Congreso.
La Asociación de Periodistas Parlamentarios ya ha denunciado varias veces su comportamiento, que no solo amenaza la convivencia entre profesionales, sino que pone en peligro el ejercicio del periodismo parlamentario. Quiles no informa: señala, agita y provoca. Ha sido protagonista de amenazas, altercados y acoso directo a otros periodistas, además de filtrar información privada y personal para intimidar y silenciar a quienes le critican.
Ahora, la situación ha llegado a un punto de no retorno. Una reforma del reglamento del Congreso podría permitir retirar la acreditación a Quiles por incumplir las normas básicas de convivencia y respeto. No es una cuestión de ideología, sino de decencia profesional. Si un periodista de izquierdas se comportara así en una manifestación de Vox, ¿creéis que seguiría en el Congreso? Quiles ha sido expulsado de manifestaciones feministas por su actitud provocadora y agresiva, pero sigue paseándose por los pasillos del Congreso como si fueran su casa. Es hora de poner fin a esta anomalía.
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