Marina Lobo, desde su programa en directo, se mostró clara instando fervientemente a sus seguidores a reconsiderar su admiración por la realeza: «¿Podéis dejar de alabar a la reina Letizia? No puedo con más vergüenza ajena».
Lobo criticó la contradicción inherente en afirmar no ser monárquico pero luego encontrar excusas para elogiar a la realeza. «¿Estamos locos? ¿Se nos está yendo la olla?», cuestionó, desafiando la lógica detrás de tales afirmaciones. Su discurso se tornó más incisivo al abordar la percepción pública de Letizia, reprobando a aquellos que, a su parecer, «blanquean» su imagen. «¿Te está pagando la Casa Real?», interrogó con sarcasmo, exhortando a cerrar Twitter a quienes piensan así.
La crítica de Lobo no se detuvo ahí. Denunció la superficialidad de valorar a la realeza por su apariencia o capacidad de hablar bien, subrayando que estas cualidades no deberían ser motivo de alabanza. Marina también se burló de la obsesión por la moda y el estilo de la realeza, apuntando a la irracionalidad de elogiar a alguien por vestir bien cuando está asesorado por expertos y financiado con fondos públicos. «¿Viste bien? ¡Claro, con toda esa pasta!», exclamó con ironía.
Finalmente, cuestionó la autenticidad de las posturas políticas que se diluyen ante el carisma o la elocuencia de figuras como Letizia, insinuando que tales actitudes minan la credibilidad del republicanismo dentro de la izquierda. Con una mezcla de frustración y sátira, Marina Lobo concluyó su mensaje desafiante, llamando a una reflexión más profunda sobre los valores y principios que deberían guiar el apoyo político y social.
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