Antaño, los golpes de estado se ejecutaban con tanques y soldados; hoy, el campo de batalla es el mediático, el digital, el judicial. Usan el lawfare como arma predilecta para derribar sin escrúpulos a los líderes de la izquierda global, manipulando la justicia como si fuera un títere en sus manos aviesas.
Este enfoque moderno de golpe de estado involucra financiamiento de grandes empresas y actúa a través de medios conservadores que bombardean la esfera pública con noticias negativas y falsedades sin verificar, mientras que los jueces admiten sin base estas acusaciones, comprometiendo gravemente la justicia.
El proceso continúa con una amplificación mediática excesiva, donde los medios magnifican estas acusaciones sin cuestionamientos críticos, transformando la sospecha en una condena social previa al juicio.
Incluso después de una absolución, el daño a la reputación permanece debido a la insuficiente rectificación mediática, perpetuando un ciclo de descrédito y castigo hacia figuras de izquierda.
No podemos permitir que continúen estos asedios contra quienes han sido elegidos por el pueblo.
Related posts
ÚLTIMAS ENTRADAS
¿Debe dimitir Marlaska? Las tres razones que lo inhabilitan para seguir en Interior
El ministro arrastra una trayectoria marcada por la represión migratoria, el desprecio a los derechos humanos y decisiones indignas de un gobierno progresista
La presión crece por Eurovisión: RTVE y Eslovenia exigen debatir la participación de Israel
Mientras Gaza sigue ardiendo, cada vez más voces cuestionan el silencio cómplice de la organización del festival
La womanosfera: el nuevo frente reaccionario que quiere devolver a las mujeres al siglo XIX
Un ecosistema mediático ultraconservador seduce a las jóvenes con discursos antifeministas disfrazados de consejos de vida y bienestar
Vídeo | DE RESIGNIFICAR NADA
PSOEizando, que es gerundio. Marina Lobo y Esther López Barceló
La “resignificación” del Valle de los Caídos que vende Moncloa es un eufemismo para disfrazar la continuidad del relato franquista.