En las calles de Mallorca se llevó a cabo una acción simbólica y poderosa: el lanzamiento de miles de octavillas. Estos papeles no eran simples hojas al viento, sino portadores de un mensaje urgente y necesario en solidaridad con Palestina, exigiendo el boicot a Israel.
El mensaje de las octavillas refleja una realidad aterradora: «Abandonen inmediatamente este lugar, en los próximos minutos esta zona será bombardeada por el ejército de Israel». «Abandonen inmediatamente este lugar»Este es el aviso cotidiano que reciben los civiles en Gaza, un preludio a la destrucción de sus hogares y, demasiado a menudo, de sus vidas.
Se trata de una acción llevada a cabo por los activistas @ciutadans_per_palestina, quienes exigen al gobierno de España (PSOE/SUMAR) una respuesta firme. No es suficiente con palabras de condena o simpatía, exigen la ruptura total de relaciones diplomáticas y económicas con el régimen de Benjamin Netanyahu, un régimen que comete actos criminales y asesinos, un régimen al que España ha vendido más de 40 millones en armas.
Es crucial señalar también a las marcas y empresas que, de forma directa o indirecta, apoyan estas atrocidades. Marcas como CARREFOUR, HP, ZARA, MCDONALD’S, PUMA, IMAGINARIUM y STARBUCKS, están, en efecto, ayudando a matar personas inocentes. Es nuestro deber como consumidores conscientes boicotear estos productos y empresas, enviando un mensaje claro: No seremos cómplices.
Related posts
SÍGUENOS
Milei, contra las cuerdas
El peronismo conquista seis de las ocho secciones electorales y abre una grieta en el proyecto de odio del Gobierno nacional.
Feijóo, de la centralidad al fango
Cuando el barro se convierte en programa político, el país entero queda atrapado en la cloaca.
Milei se rinde al dólar: volantazo desesperado con aval del FMI
El gobierno que prometía “no intervenir jamás en el mercado” se arrodilla ante la divisa y dinamita su propio dogma.
Vídeo | Queremos más Chikahiros
No hay pancartas masivas ni focos mediáticos. Solo un chef japonés que cada semana se planta ante la embajada de Israel en Tokio y repite lo mismo: “Parad el genodicio”. Una voz sola que vale por miles. Queremos más Chikahiros.
Vídeo | El negocio de matar
Palantir vende tecnología, pero lo que compra el ejército israelí es impunidad: un algoritmo que legitima la masacre. Cada contrato firmado es un misil que despega. Cada sonrisa de Karp es una fosa abierta.