Santiago Niño-Becerra se ha pronunciado sobre «la caída que viene».
El prestigioso economista Santiago Niño-Becerra, uno de los pocos que anticiparon la crisis de 2008, ha vuelto a lanzar un pronóstico sobre lo que pasará en España en los próximos meses ante “la caída que viene”.
“Están empezando a oírse voces en el sentido de que la caída que viene será regeneradora y actuará de turbo para poner en marcha un volver a empezar”, ha escrito en su cuenta de Twitter.

“Pienso que la caída será el camino hacia la puerta de un crecimiento muy reducido y concentrado en unos subsectores muy concretos coordinados por una serie de corporaciones globales”, ha añadido.
“El entorno será muy básico para la mayoría: lo necesario será lo importante, ¿recuerdan?. Y una minoría concentrará el capital y la riqueza. Recomenzaremos, sí, pero en un entorno limitado y sesgado”, ha señalado.
Ha agregado que “habrá estabilidad macro, pero a nivel micro la incertidumbre será cuasi general y las expectativas estarán muy limitadas”.
Recientemente, entrevistado por Informativos Telecinco el economista Santiago Niño Becerra advertía este pasado miércoles, de nuevo, sobre una probable inminente recesión económica: «El concepto de recesión ha variado. Ahora no solamente es dos trimestres consecutivos con el PIB negativo, sino un crecimiento que sea muy muy bajo, insuficiente para hacer frente al gasto público e insuficiente para hacer frente a la inflación. Visto desde esa perspectiva, yo creo que sí, que vamos hacia una recesión económica», explicaba.
La cuestión, entonces, es tratar de paliar sus efectos, que amortigüen lo que ocurra en el bolsillo de las familias y en el área de empleo, pero esto, según el economista, es prácticamente inviable a nivel nacional debido al poco impacto de la economía española dentro de la UE.
«Hay que tener en cuenta que España pinta muy poco a nivel económico. Representa solamente el 10% del PIB de la Unión Europea. España, en términos económicos, tiene un modelo que es muy dependiente: turismo, hostelería, comercio, etcétera; con lo cual, España por sí misma puede hacer muy poco. A eso hay que añadir una deuda pública inmensa», matizaba.
«A nivel conjunto de la UE sí que se pueden hacer más cosas, lo que pasa es que los problemas de cada país son distintos y cada país tiende a buscar lo suyo, con lo cual España en esto tiene poco que decir», advertía acto seguido el economista.
Ante la pregunta sobre las plausibilidad de una mejoría en cuanto a las perspectivas de cara a un futuro cercano este era tajante: «El mejor escenario para la economía sería que hubiese estabilidad. Con esta tensión hay fondos de inversión, hay empresas, hay brokers de materias primas que están ganado muchísimo dinero. Dejando al margen esto, para la economía lo mejor es que haya estabilidad».
Esta estabilidad, para este, pasaría por «ayudar a que disminuya la tensión en la zona de Ucrania». «En Taiwán yo creo que es más un tira y afloja, mantener una tensión, pero sin llegar a mayores, porque evidentemente a nadie le interesaría un conflicto bélico en el este de China», valoraba.
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