25 Abr 2024

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Ratas a la carrera: ¿Qué pasa con el dinero de Ciudadanos? El cofre del tesoro naranja desata la última guerra
DESTACADA, POLÍTICA ESTATAL

Ratas a la carrera: ¿Qué pasa con el dinero de Ciudadanos? El cofre del tesoro naranja desata la última guerra 

DEL PRECIO DE UNA SEDE EN MADRID A LAS ACUSACIONES DE RESGUARDO FISCAL PREMEDITADO

El antiguo adagio «el dinero es el rey» parece resonar en la política de Ciudadanos, tejiendo una tela de araña de intrigas y acusaciones. Sin embargo, la cuantía real del capital que habita en el cofre del partido aún flota en el aire, entre rumores y suposiciones. ¿Podría ser que se hayan ahorrado sumas significativas en previsión de las elecciones europeas, como insinúa Edmundo Bal?

Se percibe un malestar penetrante entre los miembros de Ciudadanos por la decisión de abstenerse en las próximas elecciones generales. Edmundo Bal, anteriormente voz auxiliar en el Congreso, no ha vacilado en disparar contra la gerencia del partido, tachándolos de «timoratos» y afirmando que buscan «conservar los fondos del partido». Bal alega que el liderazgo ha abandonado a los «valientes» que se presentaron bajo el estandarte de Ciudadanos, guardándose las arcas del partido para una futura campaña electoral después de las elecciones europeas.

EL ENIGMA DE LA CIFRA

Es natural preguntarse cuánto capital hay en realidad en las arcas de Ciudadanos. Al parecer, la nueva junta tomó las riendas del partido con un montante de 11 millones de euros en sus cuentas. No obstante, se mantienen silenciosos sobre cuánto de este montante fue canalizado hacia la campaña electoral de las elecciones autonómicas y municipales. Según fuentes internas del partido, el gasto oscila entre dos y tres millones de euros.

De los 92 diputados autonómicos que una vez albergó Ciudadanos, ahora no quedan más que sombras. De su sede, ubicada en la calle Alcalá en Madrid, desembolsan la suma de 35.000 euros mensuales – 420.000 al año. Este edificio de cuatro plantas podría ser sustituido por una ubicación más modesta en el centro de la ciudad, con fácil acceso peatonal. A esto se suma un desembolso de 480.000 euros anuales para otras ubicaciones en todo el país.

A día de hoy, 50 trabajadores hacen latir el corazón de la sede central de Ciudadanos. La cifra de trabajadores a nivel nacional es algo que el partido no detalla. Lo que sí se sabe es que estos empleados representan un coste anual de unos 4 millones de euros para el partido, lo cual incrementa la incertidumbre sobre su continuidad.

ENFRENTAMIENTO INTERNO

Adrián Vázquez, secretario general y eurodiputado, parece estar detrás del plan de reconfigurar la formación para las elecciones europeas, lo cual, sin duda, representa una oportunidad personal para él. Sin embargo, Edmundo Bal parece ser un rival feroz, acusando a la gerencia de Ciudadanos de querer «conservar los fondos del partido».

En una entrevista con TVE, Bal destila su ira y frustración hacia Inés Arrimadas, a quien responsabiliza de la retirada del partido de las próximas elecciones generales. Acusa a Arrimadas de maquinar su futuro político alineándose con el Partido Popular, con la disolución del Ciudadanos como su telón de fondo.

EL CREPÚSCULO DE CIUDADANOS Y EL RESURGIR DE FEIJÓO

Como el cometa Halley que surge brillante solo para desaparecer en la oscuridad, la voz de Edmundo Bal resuena en el vacío dejado por la marcha de Ciudadanos. Afirma que el partido ha abandonado a 300.000 electores valientes, como un barco capitaneado por cobardes que han abandonado su tripulación. Según Bal, la decisión del Comité Nacional de la formación esconde un plan siniestro para «conservar los fondos del partido para hacer campaña después, en las elecciones europeas».

Bal, que ya se había distanciado de Inés Arrimadas tanto en términos personales como políticos, la acusa de ser la artífice de la decisión del partido de dar un paso atrás en las elecciones generales. En sus palabras, Arrimadas intenta «buscarse la vida en el PP» ahora que Ciudadanos ha levantado el telón para el Partido Popular.

EL RETORNO A LOS ORÍGENES Y LA REFLEXIÓN SOBRE LAS CAUSAS DE LA DERROTA

Para Bal, el final de Ciudadanos es una suerte de sacrificio: «Han matado al partido», declara con una melancolía punzante. Asegura que tras esta «terrible decisión», cada uno tendrá que trazar su propio camino. El suyo, apunta, podría llevarle de vuelta a la abogacía del estado. Pero Bal es un peleón, y pese a la adversidad insiste en que seguirá en la arena política, negándose a ceder ante la derrota.

En su análisis de las causas de la debacle del partido, Bal muestra una luz crítica y reflexiva: «No hemos aprovechado el espacio de centro izquierda, debíamos haber ido a perseguir a los votantes huérfanos del PSOE».

En este laberinto de acusaciones, dudas y planes futuros, la crisis del cofre de Ciudadanos dibuja una metáfora perfecta para la situación política actual en España. Se cuestiona no solo el capital monetario que poseen, sino también su capital político y moral.