El mensaje es claro: frente a la violencia, el genocidio y la opresión, apaga la televisión y no blanquees el sionismo.
La respuesta es simple: pues porque el Festival de Eurovisión, lejos de ser un mero espectáculo de entretenimiento, se erige como un campo de batalla cultural y político. Pedimos que no se vea para denunciar a Israel y su genocidio en Palestina, lanzando un grito por la humanidad, un clamor por la justicia y un desafío a la complicidad de los escenarios internacionales.
El arte y la cultura son herramientas poderosas de cambio y resistencia. El mensaje es claro: frente a la violencia, el genocidio y la opresión, apaga la televisión.
Related posts
ÚLTIMAS ENTRADAS
El experimento neerlandés: cuando el fascismo se disfraza de ensayo democrático
Meter a la ultraderecha en el Gobierno, aunque sea por la puerta de atrás, no es gobernabilidad: es claudicación.
El Pentágono quiere borrar a Harvey Milk: la cultura del odio se impone a cañonazos
Trump y Hegseth ordenan eliminar nombres LGTBI y antirracistas de los buques militares para imponer la “cultura del guerrero”
La trampa atlántica
Trump no quiere comercio justo. Quiere vasallaje. Y Bruselas, otra vez, se arrodilla.
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…
Vídeo | Hasbara: blanqueando el genocidio
Mientras bombardea Gaza, el Estado israelí despliega una campaña global de imagen financiada con dinero público, desde los escenarios hasta los algoritmos