El mensaje es claro: frente a la violencia, el genocidio y la opresión, apaga la televisión y no blanquees el sionismo.
La respuesta es simple: pues porque el Festival de Eurovisión, lejos de ser un mero espectáculo de entretenimiento, se erige como un campo de batalla cultural y político. Pedimos que no se vea para denunciar a Israel y su genocidio en Palestina, lanzando un grito por la humanidad, un clamor por la justicia y un desafío a la complicidad de los escenarios internacionales.
El arte y la cultura son herramientas poderosas de cambio y resistencia. El mensaje es claro: frente a la violencia, el genocidio y la opresión, apaga la televisión.
Related posts
83% de las personas asesinadas en Gaza eran civiles: la mentira de la “guerra limpia” israelí
Los datos secretos del propio ejército israelí desmontan el relato oficial: el asedio a Gaza es un genocidio planificado, con un índice de matanza civil pocas veces visto en la historia reciente.
El naufragio del Cybertruck: cuando el juguete de Musk se convierte en un problema financiero
De icono futurista a chatarra cara: el vehículo que iba a revolucionar la movilidad eléctrica es hoy un fracaso asegurado.
La gran sumisión: Europa abre sus fronteras al cerdo de Trump
Un acuerdo desigual que entrega la soberanía económica de la UE a Washington
Vídeo | París marca el camino
París acaba de plantar un bosque en pleno centro. Donde antes había cemento y calor, ahora hay sombra, frescor y vida. Si ellos pueden, ¿qué excusa tienen nuestras ciudades? La crisis climática no espera: lo público debe apostar por espacios verdes, habitables y resilientes.
Vídeo | Jefaza
Cuando la ciudadanía se rebela, cuando una mujer de 87 años se atreve a pegar una pegatina contra el genocidio, mandan a cinco policías a por ella como si fuera peligrosa.