El comienzo de la primavera, seco y caluroso, ha provocado un aumento significativo de los niveles de polen, uno de los alérgenos más comunes del continente europeo. A pesar de su diminuto tamaño –y de ser una pesadilla para los alérgicos–, los granos de polen cumplen una función ecológica esencial para la supervivencia de la humanidad. Es momento de valorarla como se merece.
La chispa que enciende la vida vegetal
Hace más de 350 millones de años, un linaje de plantas, las gimnospermas (con semillas desnudas, como los abetos, cedros y pinos), desarrolló granos de polen y semillas, marcando un antes y un después en la reproducción y adaptación al medio terrestre del reino vegetal.
Doscientos millones de años más tarde, en plena revolución terrestre del Cretácico, aparecieron las plantas con flores y con semillas protegidas por frutos: las angiospermas. Gracias al ingenio evolutivo del polen y las flores y su coevolución con los polinizadores, las angiospermas se diversificaron rápidamente, vistiendo el planeta de multitud de colores vibrantes. Son las que hoy por hoy dominan los ecosistemas terrestres y las principales protagonistas de las tierras de cultivo.
Más que un alérgeno
El polen, ese polvillo a menudo dorado que flota en el aire durante la primavera y el verano, es en realidad una estructura reproductiva minúscula pero poderosa.
El grano de polen maduro es el gametofito masculino de las plantas. Contiene tres células, dos espermáticas y una vegetativa, protegidas por una doble envoltura que le confiere resistencia. Se produce en los órganos masculinos de las angiospermas (estambres) y gimnospermas (cono masculino).
El grano de polen funciona como un intermediario que transporta el material genético masculino desde la planta productora hasta los órganos femeninos de otras plantas, o de ella misma, en algunos casos. Así se logra la fertilización y la producción de semillas.
Como las posibilidades de que un grano de polen llegue a una pareja ideal son escasas, las plantas tienden a producir mucho polen. Y como sabemos, e incluso padecemos, esta sobreproducción tiene consecuencias que van más allá de la reproducción vegetal.
El amor está en el aire
La producción de polen está finamente orquestada por las condiciones ambientales como la temperatura, la humedad y la luz, así como por el estado hormonal de la planta. Pero además, la danza de polinizadores alrededor de la planta también puede incentivar la producción de polen.
A medida que el polinizador se mueve de flor en flor en busca de néctar, su cuerpo se va cargando y descargando de granos de polen que se depositan en los pistilos de las flores (concretamente en los estigmas), aumentando la posibilidad de fertilización y la formación de semillas. Efectivamente, en las plantas, el amor está en aire.
Para aumentar el éxito reproductivo, las plantas han ido creando una asombrosa variedad de estructuras, formas y colores para sus granos de polen, que están íntimamente relacionadas con los mecanismos de dispersión y los polinizadores.
Así, los granos de polen más visibles y pesados, y también aquellos provistos de pequeñas espinas y superficie pegajosa, son generalmente transportados a lomos de grandes polinizadores como abejas (entomofilia) y aves (ornitofilia). En cambio, aquellos más pequeños, ligeros, esféricos y alados son transportados por la brisa primaveral (anemofilia).
Pigmentos tales como los flavonoides y/o carotenoides están detrás de la coloración rojiza-azulada y/o amarillo-anaranjada tan frecuente en los granos de polen, que hace que sean aún más atractivos para los polinizadores. Además, no hay que olvidar que, junto con el néctar, el polen también es recolectado por los polinizadores como alimento rico en proteínas, lípidos y carbohidratos.
¿Qué sería del mundo sin polen?
El polen desempeña un papel crucial en la agricultura, sobre todo en la producción de frutas, verduras y cereales. Se estima que más del 75 % de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización (transferencia de polen). Está en juego, por tanto, gran parte de nuestra dieta. Cada semilla, grano y fruta que comemos es producto directo de la polinización.
Sin polinización, los cultivos no producirían semillas viables, lo que reduciría su rendimiento y conllevaría importantes pérdidas económicas. En un escenario de alta demanda de alimentos por el incremento de la población mundial, no podemos despreciar el polen ni el trabajo de los polinizadores.
Como agentes polinizadores, las abejas, mariposas, pájaros, polillas, escarabajos e incluso los murciélagos influyen en la estabilidad y diversidad vegetal de los ecosistemas y en el rendimiento (cantidad y calidad nutricional) de los cultivos en los agroecosistemas.
Por pequeños que sean los granos de polen y los polinizadores, desempeñan un gran papel en la consecución de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por la ONU, desde la lucha contra el hambre y la pobreza hasta la creación de empleo y el crecimiento económico.
.Capiro. / Flickr, CC BY-NC-ND
La tormenta perfecta a escala planetaria
Desafortunadamente, la fragmentación y destrucción de hábitats, el uso de pesticidas y el cambio climático están provocando la tormenta perfecta a escala planetaria: disminución de la diversidad vegetal, reducción de la calidad del polen y declive de las poblaciones de polinizadores.
¿Qué podemos hacer? Restaurar y conservar los hábitats, restringir el uso de pesticidas, potenciar la lucha biológica contra las plagas y diversificar las explotaciones agrícolas para crear un ecosistema equilibrado para las abejas y sus compañeros polinizadores. Nos queda mucho trabajo por delante.
María Teresa Gómez Sagasti no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.
Un estudio revela que el cerebro humano ya contiene una cantidad equivalente a una cuchara entera de nanoplásticos
Más del 50% del plástico fabricado en la historia se produjo desde 2002, y la producción se duplicará en 2040.
La gran estafa legalizada: el 1% más rico paga menos impuestos sobre su renta que los más pobres
Una fiscalidad invertida que exprime a quienes menos tienen mientras alivia a los grandes patrimonios.
Damián Mollá (Barrancas en ‘El Hormiguero’: entre la ignorancia y la banalización
El colaborador de Pablo Motos reduce los asesinatos machistas a una estadística sin importancia e intentar recular borrando el tuit en el que lo expone
FROILÁN: EL OKUPA DE ABU DHABI💸 Marina analiza cómo el nieto del emérito es otro que vive del cuento
Marina Lobo analiza la vida laboral (o su ausencia) de los Borbones millennials: Froilán, el okupa de Abu Dhabi, y Victoria Federica, la influencer más subvencionada de España.
DEL ‘EWOK’ A ‘GAÑORDO’ 😵 ¿Por qué las luchas internas no le pasan factura a la ultraderecha?
Vox pierde piezas, pero sigue en pie. García-Gallardo se suma a la lista de fugados como Macarena Olona, Rocío Monasterio o Espinosa de los Monteros