Ana Rosa Quintana ha demostrado en solo unos minutos la falta de profesionalidad, educación y ética periodística que caracteriza a su programa al tratar la despedida de Iglesias de la política
La polémica presentadora de El Programa de AR, Ana Rosa Quintana, ha querido mantener hasta el final el odio y la inquina que ha demostrado hacia el candidato y ya exlíder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias.
Iglesias ha anunciado la noche de este martes que abandona todos los cargos institucionales en política. El secretario general de la formación, que con su entrada en la batalla electoral por Madrid se echaba sobre los hombros toda la responsabilidad del resultado, ha sido coherente con su decisión y ha querido echarse a un lado.
Muchos son los mensajes desde el mundo de la política y el periodismo que elogiaron la trayectoria del ex líder morado y su forma de dejar camino libre al cambio. Sin embargo, Ana Rosa Quintana ha querido dejar la educación y las formas que requieren su profesión a un lado y ha caído en el menosprecio y el la falta de ética periodística.
Una indigna comparación con Trump
“El exlíder de Podemos dijo en mayo del 2020 que cuando se piden responsabilidades políticas hay que venir llorado de casa. Ahora abandona, perdón, le echan de la política con un tono victimista calificándose de chivo expiatorio y atacando los resultados democráticos que han salido de las urnas, tal y como hizo Donald Trump”, ha comenzado, comparando al demócrata con el fascista, como tantas veces hizo.
“Señor Iglesias, ya se lo dije en una ocasión. Se fue Felipe González y no pasó nada. Se fue Aznar y los españoles seguimos adelante. Se fueron Zapatero y Rajoy y ya veremos que pasa con el actual presidente del Gobierno. Ahora se va usted y tampoco va a pasar nada, los ciudadanos seguiremos siendo libres y haciendo nuestras vidas”, señaló Quintana.
Ana Rosa y las puertas giratorias
Como último detalle, Quintana quiso dejar un último detalle digno de una periodista que está muy alejada de dignificar la profesión: “cierre la puerta giratoria al salir”, creando ya un bulo antes de tener un solo dato sobre el futuro de Iglesias.
En solo unos minutos, Ana Rosa Quintana ha resumido cuál es el fin de su programa: influir en la opinión política de millones de personas acercándolas a los intereses del capital y traer algo que sobre hoy por hoy en nuestro país, que es el odio.
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