23 Dic 2024

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La historia del hombre que quería reinar pero no se sabía ni la tabla del 2
DESTACADA, POLÍTICA ESTATAL

La historia del hombre que quería reinar pero no se sabía ni la tabla del 2 

¿Podría un rey que no sabe multiplicar, que no habla inglés y que se pierde en su propio reino, conducir a todos a un futuro seguro y próspero?

Había una vez, en la frondosa y mágica tierra de Galicia, un hombre llamado Feijóo. Desde su niñez, soñaba con un día ser el rey de todo el reino de España. Pero había un problema, Feijóo nunca había podido aprender la tabla del 2, y los números siempre bailaban ante sus ojos en un revoltijo confuso. Tampoco podía hablar inglés, el idioma que muchos otros reyes alrededor del mundo usaban para conversar. A menudo, se encontraba olvidando en qué región de su reino estaba.

Pero su espíritu indomable no permitía que estos contratiempos desvanecieran su sueño. Con la corona de ambición en su cabeza, Feijóo se aventuró fuera de su amada Galicia para convertirse en el rey de todo el reino de España.

La fecha para la gran elección estaba marcada: el 23 de julio. Ese día, todo el reino tendría que decidir quién iba a ser su rey. Con una sonrisa brillante y una calculadora en la mano (solo para estar seguro), Feijóo prometió a sus súbditos que, bajo su reinado, todos tendrían trabajo y prosperidad.

Pero no todos estaban convencidos. Sabían que gobernar un reino tan grande requería mucho más que valentía y promesas. Necesitaba un rey que supiera leer las cifras y el mapa, y que pudiera conversar con los otros reyes en el idioma que todos entendían.

La idea de tener a Feijóo como rey, a pesar de su pasión y valentía, era preocupante para muchos. El reino estaba lleno de desafíos y peligros, y el rey debía estar preparado para enfrentarlos. Pero, ¿podría un rey que no sabe multiplicar, que no habla inglés y que se pierde en su propio reino, conducir a todos a un futuro seguro y próspero?

Esta es una historia que aún no tiene final. El 23 de julio, se decidirá quién será el nuevo rey de todo el reino de España. Pero una cosa es cierta: si el rey no sabe leer las cifras, no comprende el mapa y no puede hablar con los demás reyes, el viaje al futuro podría estar lleno de sobresaltos y puede que no sea tan feliz como todos esperaban.

Porque un reino necesita un rey sabio, y una historia necesita un héroe sabio, para tener un final feliz.