En un país donde los problemas reales son ignorados, los poderosos son blanqueados por los medios y la monarquía sigue intocable mientras el pueblo sufre en silencio
Marina Lobo arranca el programa con su característico saludo a la audiencia, reflejando la cercanía y el humor con el que se ha ganado el cariño de los seguidores de Hasta el Coño De (HECD). En este episodio, critica la hipocresía de ciertos medios de comunicación de derecha que demonizan a la izquierda mientras normalizan los excesos de figuras como Victoria Federica, nieta del rey emérito. A pesar de su evidente falta de méritos, según Lobo, Victoria sigue siendo elogiada y blanqueada por espacios como El Hormiguero, lo que para ella es un ejemplo más del clasismo y el servilismo mediático hacia la monarquía.
En el mismo tono, Lobo se sumerge en una crítica feroz a la situación política y social de España, donde los problemas reales de la gente, como el acceso a la vivienda, la sanidad y la educación, son ignorados en favor de discusiones irrelevantes, como el constante debate sobre Venezuela. La presentadora ironiza sobre la obsesión del Congreso y de ciertos partidos con el país latinoamericano, mientras los problemas más acuciantes del pueblo español son sistemáticamente ignorados. Para ella, esta es una táctica de distracción que refleja el alejamiento de la clase política de la realidad social del país.
Finalmente, la periodista se indigna ante la intocabilidad de la monarquía y el trato favorable que reciben sus miembros por parte de los medios y las élites políticas. Menciona cómo figuras como Victoria Federica y Froilán, con conductas cuestionables y privilegios que heredaron por nacimiento, son protegidas y ensalzadas en espacios mediáticos, mientras los delitos y abusos cometidos por los Borbones son barridos bajo la alfombra. Para Marina, esto es un claro reflejo de un sistema podrido que protege a los poderosos mientras abandona al resto.
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