La extrema derecha ha encontrado un terreno fértil en las preocupaciones y desafíos que enfrentan los agricultores.
En Languedoc-Rosellón, Francia, la histórica región conocida como ‘Midi rojo’ por su fuerte vínculo con movimientos de izquierda, experimenta un cambio dramático. La extrema derecha, aprovechando la ira de los agricultores, se infiltra en las protestas. Los agricultores, conocidos por su lucha y resistencia, queman neumáticos y bloquean carreteras. Sin embargo, este escenario se ha convertido en un caldo de cultivo para la infiltración de la extrema derecha, que busca capitalizar la desesperación de los agricultores. «No dejemos que la lucha popular caiga del lado equivocado y luchemos juntos contra el diktat del capital», proclama el Bloc Montpellerino a Mediapart en su llamado a la acción.
El movimiento de protesta de los agricultores, antes asociado a la izquierda, ahora ve cómo la extrema derecha gana terreno. La presencia de grupos como Jeunes d’Oc, Action Française-Montpellier, y figuras políticas como el matrimonio Ménard de Béziers, evidencian un cambio de marea. Frédéric Bort, ex director de gabinete del socialista Georges Frêche y ahora miembro de la Agrupación Nacional (RN), simboliza este giro político.
UN ‘MIDI ROJO’ MORIBUNDO
La transformación del ‘Midi rojo’ en un paisaje político más pardo es inconfundible. La región, que una vez fue un bastión de resistencia y triunfo de la izquierda, especialmente en las revueltas vitivinícolas, enfrenta ahora una crisis de identidad. El declive del sector vitivinícola y el cierre de cooperativas han dejado un vacío que la extrema derecha busca llenar.
El RN, bajo el liderazgo de Jordan Bardella, ha adoptado una estrategia enfocada en discursos antiecologistas, antieuropeos, antigubernamentales y pro-rurales. Este enfoque parece resonar entre los agricultores, quienes ven en Bardella una voz fresca y defensora de sus intereses. «Nos gusta Bardella. Es joven, defiende a los trabajadores», afirman Pascal y Françoise, viticultores de la región de Biterrois.
EL RN RECOGE LOS FRUTOS DE LA IRA
La extrema derecha ha sabido capitalizar la frustración y la ira de los agricultores. Con la izquierda perdiendo su influencia y la derecha tradicional ausente, figuras de la extrema derecha emergen como alternativas legítimas. Esto quedó evidenciado en las elecciones legislativas de 2022, donde el RN se alzó con la victoria en las tres circunscripciones del departamento del Aude.
Jean Huillet, figura clave en las manifestaciones vitivinícolas de los años 70, observa con preocupación este cambio. «Hemos perdido casi la mitad de los productores de Languedoc-Rosellón. Y dado el lamentable espectáculo que estamos viendo por parte de nuestros políticos, el RN está al acecho, cosechando los frutos de la justa ira de los viticultores. Esto es un desastre», lamenta Huillet.
UN FUTURO INCERTO PARA EL ‘MIDI ROJO’
El paisaje político del Languedoc-Rosellón se encuentra en una encrucijada. La extrema derecha ha encontrado un terreno fértil en las preocupaciones y desafíos que enfrentan los agricultores. La transformación del ‘Midi rojo’ en un ‘Midi pardo’ no solo refleja los cambios políticos en la región, sino también una crisis más profunda en el campo francés. Con la extrema derecha ganando terreno, el futuro de las luchas y resistencias de los agricultores en esta histórica región sigue siendo incierto y preocupante.
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