Alrededor de 30 personas, incluidos 15 niños, fueron decapitados en el último ataque ejecutado por Estado Islámico en Mozambique.
Según la prensa local de Mozambique, como Pinnacle News, en la provincia de Cabo Delgado (norte), y que como matiza Europapress, «habría caído en manos del grupo yihadista a raíz de un asalto lanzado durante el fin de semana», han sido hallados múltiples cadáveres, entre ellos 15 niños.
Un día después de adjudicarse a si mismo los actos de terrorismo de Viena el Estado Islámico ha puesto en alerta máxima al país mozambiqueño tras la localización de estos 29 cadáveres decapitados.
Esto, según Europapress, se conjuga con el éxodo masivo de las poblaciones rurales, que están abandonando sus casas y dejando sus aldeas despobladas. Por lo tanto, en la ciudad ahora se encuentran a merced de los grupos yihadistas.
Tampoco se puede obviar la conformación, por parte del yihad, del ISCAA (Estado Islámico en África Central), que desde 2019 se encuentra muy activo, de forma muy belicosa y que ya se ha cobrado diversos ataques terroristas en la zona.
Ayer mismo también, en Bangladesh, en unas protestas contra Macron, primer ministro francés terminaron con la quema y vandalismo perpetrado en casas de la población hindú.
Por su parte Emmanuel Macron ha respondido, a esta batalla cultural, que «en Francia hay igualdad entre mujeres y hombres, por lo tanto quien no lo entienda no puede vivir aquí».
Se insiste desde Francia en reforzar la seguridad para pretender primar por un estado laico y alejado del fundamentalismo islámico.
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