02 May 2024

Blog

California demanda a los gigantes del petróleo por su «campaña de engaño de décadas» sobre el cambio climático
ECONOMÍA

California demanda a los gigantes del petróleo por su «campaña de engaño de décadas» sobre el cambio climático 

La demanda señala que Exxon Mobil, Shell, Chevron, ConocoPhillips, BP y el Instituto Americano del Petróleo sabían desde la década de 1950 que la quema de combustibles fósiles calentaría el planeta

Es curioso cómo, en una era en la que la información se encuentra literalmente al alcance de un clic, todavía se nos puede manipular. California, esa tierra de oportunidades, de sueños hollywoodenses y de innovación tecnológica, también ha sido el escenario de una «campaña de engaño de décadas». Sí, ha escuchado bien. Las mayores compañías petroleras del mundo, aquellas que muchos podrían considerar como la columna vertebral de la economía global, han sido acusadas de participar en un juego sucio y peligroso: el de la desinformación sobre el cambio climático.

«Campaña de engaño de décadas» es una frase que debería hacer sonar las alarmas de todos y todas las consumidoras. La quema de combustibles fósiles y su relación con el cambio climático no es ninguna novedad, y tampoco lo es la reticencia de ciertas compañías a reconocerlo. Pero, ¿desde la década de 1950? Eso es medio siglo de silencio, de palabras cuidadosamente elegidas y de estrategias publicitarias para oscurecer una verdad que podría haber alterado la historia de nuestra lucha contra el calentamiento global.

LA DESINFORMACIÓN, UN ARMA DE DOBLE FILO

Si hay algo que hemos aprendido en las últimas décadas es que la desinformación no es solo perjudicial para quienes la consumen, sino también para quienes la difunden. Porque eventualmente, la verdad tiene una forma persistente de salir a la luz.

Las acusaciones contra empresas como Exxon Mobil, Shell, Chevron, ConocoPhillips, BP y el Instituto Americano del Petróleo son graves. Según se alega, tenían conocimiento desde hace más de siete décadas de los efectos del calentamiento global. «La quema de combustibles fósiles provoca el cambio climático», ha declarado Rob Bonta, fiscal general del estado de California. Y no se queda ahí, Bonta, con un tono que refleja años de frustración, señala que las compañías «nos han alimentado con mentiras y falsedades». No es solo una cuestión de ocultar información, es una estrategia de negocio que, según él, ha generado «beneficios sin precedentes a costa de nuestro medio ambiente».

Más allá de los beneficios empresariales y del inmenso poder económico que estas corporaciones han amasado, el verdadero costo se ha reflejado en el medio ambiente y, por extensión, en la calidad de vida de millones de personas.

UN PASO ADELANTE PARA EL CAMBIO

La decisión de California de enfrentarse a estos titanes del petróleo es más que un mero acto legal. Es una postura, un desafío y, en muchos sentidos, un llamado de atención al resto del mundo. «Con nuestra demanda, California se convierte en la mayor zona geográfica y la mayor economía en llevar a estas gigantes petroleras ante los tribunales», afirma Bonta. Y no le falta razón. Si California triunfa, podría sentar un precedente significativo para otras regiones y países.

No es ningún secreto que el cambio climático está teniendo efectos tangibles y devastadores en todo el mundo. Desde el calor extremo, hasta la sequía y la escasez de agua, estas son consecuencias que no se pueden ignorar.

El objetivo final de esta demanda no se centra únicamente en responsabilizar a las empresas por su desinformación. Bonta busca establecer un fondo que permita financiar esfuerzos para enfrentar y adaptarse al cambio climático. Un paso en la dirección correcta que, con suerte, será solo el comienzo de un esfuerzo global para abordar uno de los desafíos más importantes de nuestra era.

Aunque la batalla legal acaba de comenzar, su eco ya resuena en todo el mundo. Si hay algo que estas acusaciones han demostrado es que, en la lucha contra el cambio climático, la desinformación es tan peligrosa como la inacción. Ahora, más que nunca, es el momento de exigir transparencia, responsabilidad y acción. Por el bien de nuestro planeta y de las futuras generaciones.