Ayuso dice que no banaliza el fraude fiscal. Pero sí lo justifica, lo blanquea y hasta lo convierte en víctima.
Isabel Díaz Ayuso ha vuelto a abrir la boca… y ha vuelto a mentir. En una entrevista con Alsina —que por cierto, parecía pasárselo bastante bien viéndola en apuros—, la presidenta de la Comunidad de Madrid intentó negar la evidencia: que su pareja está imputada por dos delitos fiscales, no por una «demora» en el pago.
📌 Hablamos de facturas falsas.
📌 Hablamos de declarar gastos inexistentes.
📌 Hablamos de intentar evitar la cárcel a cambio de una multa.
Y, sobre todo, hablamos de que Ayuso ha intentado vender este escándalo como una persecución política cuando los hechos —y los correos enviados por su propio abogado— demuestran que su novio confesó los delitos.
Pero claro, cuando te dedicas a denunciar periodistas, a manipular correos, a colar portadas falsas en medios afines y a dilatar el proceso judicial con viajes a México, lo de «juicio mediático» suena más a estrategia de comunicación que a una queja legítima.
La realidad es clara:
Ayuso nos quiere hacer comulgar con ruedas de molino.
Y ni tú, ni yo, ni nadie con dos dedos de frente se lo traga ya.
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Yo no entiendo cómo los medios no han recuperado un vídeo en el que Ayuso decía que si su hermano no fuera su hermano se podía haber forrado con los negocios de las mascarillas, que sabía de muchos
Ida está bien ida,la 7291,falangismo en estado puro.Debería ir al ventorro,como su colega,que no puede salir a la calle sin que le lancen «piropos»,por lo bien que lo hizo.