Ya hemos visto cómo algunas empresas se han retirado de Israel bajo presión, pero necesitamos hacer mucho más.
Es realmente frustrante que después de que el pueblo palestino haya estado pidiendo hasta la extenuación nuestra ayuda para frenar el genocidio y el apartheid al que están sometidos, sigamos sin tomar acción. Nos han indicado claramente que debemos cortar el flujo de dinero que sostiene al Estado sionista de Israel, pero hasta ahora hemos ignorado esas llamadas.
En un mundo donde las relaciones económicas lo son todo, tenemos más poder del que creemos como consumidores. El boicot popular fue clave para acabar con el apartheid en Sudáfrica, y ahora podríamos hacer lo mismo con Israel. Sin embargo, seguimos paralizados, viendo en tiempo real las atrocidades que se cometen contra los palestinos, mientras los gobiernos no hacen nada.
El boicot económico, académico y cultural es una herramienta poderosa para detener estas injusticias. Ya hemos visto cómo algunas empresas se han retirado de Israel bajo presión, pero necesitamos hacer mucho más. Es hora de dejar de apoyar productos y compañías que colaboran con el sionismo y exigir sanciones internacionales. Detener el genocidio está en nuestras manos, y es hora de actuar.
Related posts
ÚLTIMAS ENTRADAS
Los nombres están ahí. Pero no quieren que los veas
Epstein no fue un monstruo solitario, sino el engranaje de una élite que compartía redes, lujos y depredación. Los papeles están publicados. Lo que falta es voluntad política y mediática para contarlo.
El becario del Apocalipsis
La política de seguridad nacional de Trump, ahora en manos de un veinteañero con más fe que formación
No hay dragón que aguante el ego de un multimillonario
Musk amenaza con desmantelar su nave espacial y se echa atrás porque se lo pidió un usuario con 184 seguidores
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…
Vídeo | Hasbara: blanqueando el genocidio
Mientras bombardea Gaza, el Estado israelí despliega una campaña global de imagen financiada con dinero público, desde los escenarios hasta los algoritmos