En el hemiciclo del Congreso, donde la democracia debe ser ejemplar y los estándares éticos intachables, la figura del periodista Vito Quiles ha desatado una tormenta de controversia. Su presencia y pronunciamientos, que llegaron a ser señalados por Patxi López como «racistas», han suscitado un rechazo frontal por parte de algunos políticos y periodistas. Este incidente subraya la preocupante infiltración de figuras vinculadas a discursos de odio en el epicentro del debate político español.
Ya era hora. Periodistas acreditados en el Congreso, se levantan y se van cuando el ultraderechista Vito Quiles toma la palabra. pic.twitter.com/vdRqkWmPfZ
— Lucas ??️???? (@ZeCPequeno) November 14, 2023
La ética periodística, pilar de cualquier democracia sana, se ve amenazada cuando individuos que difunden mensajes cuestionables obtienen plataformas en recintos de poder. La integridad del periodismo está en juego cuando aquellos que se dedican a crear y esparcir bulos se encuentran en posiciones desde las cuales pueden influir en la opinión pública y en el curso de la política nacional. El incidente con Quiles en el Congreso levanta preguntas cruciales sobre los criterios de acreditación y los límites de la libertad de expresión en las instituciones democráticas.
Orgullo de esas y esos periodistas que se han marchado de la sala de prensa del Congreso cuando ha tomado la palabra un agitador y difusor de bulos ultraderechista. Ahora le toca a @F_Armengol y al resto de la Mesa impedir que los agitadores ultras se hagan pasar por periodistas. https://t.co/oaPa7dFMje
— Carlos Hernández (@demiguelch) November 14, 2023
Los recientes eventos demuestran la necesidad imperiosa de una revisión profunda de los estándares de acreditación para garantizar que el periodismo en el Congreso mantenga su dignidad y propósito. El periodismo debe ser un baluarte de la verdad y la responsabilidad, no un vehículo para la polarización y el sensacionalismo. La profesionalidad periodística no puede ser sacrificada en el altar de la notoriedad y la influencia, menos aún en las cámaras de los representantes del pueblo.
La respuesta de los periodistas acreditados, levantándose y abandonando la sala al tomar Quiles la palabra, no es solo un acto de protesta, sino un llamado a la acción para salvaguardar la integridad del periodismo y, con ello, la salud de la democracia española.
Cuando Vito Quiles habla, el periodismo abandona la sala.
— Bender El Que Ofende (@BenderOfuscado) November 14, 2023
Ojalá esto hubiera ocurrido mucho tiempo antes. pic.twitter.com/uQIiBMxJ0U
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