En pleno acto de la Comisión de Derechos de las Mujeres en el Parlamento Europeo, los eurodiputados del PP y Vox parecían más en una función de interrupciones que en una sesión seria, intentando callar a la ministra de Igualdad, Irene Montero. Pero Robert Biedron, el jefe de la comisión, les bajó el telón rápido, recordándoles que no estaban en un show de comedia.
La actitud de la delegación de la derecha y ultraderecha no solo representa un bochorno para el país de origen, sino que también deja en evidencia la falta de profesionalismo y respeto en foros internacionales. Estos eventos dañan la imagen y reputación del país ante Europa y el mundo. Es lamentable que debates importantes sobre igualdad y derechos se vean empañados por comportamientos impropios y provocativos.
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