El cura de Valdepeñas vuelve a la palestra: «Quien conoce cómo funciona la creación es Dios. Y es Dios quien produce en nosotros esa luz para saber encontrar el remedio».
Hace unos meses, recuerda El Plural, el cura de Valdepeñas» se hacía famoso mundialmente por la forma de pedir dinero a sus fieles en plena misa«.
Polémica intervención del cura de Valdepeñas pidiendo más aportaciones a los feligreses https://t.co/RS4sjaAN2G pic.twitter.com/yQCNog8X9B
— EL MUNDO (@elmundoes) October 27, 2020
“Podéis sentaros que tengo que explicarlos algo un poquito largo”, comenzaba diciendo el padre Emilio desde el púlpito mientras la cámara retransmitía las imágenes de la misa a través de su canal de YouTube. Aquí comenazaba a lanzar varias preguntas acerca del montante económico de las obras de rehabilitación. “¿Por qué nadie me ha preguntado cuánto nos ha costado? Tampoco nadie me ha preguntado cuánto falta por pagar”, decía. “Se ve que eso no os importa”, aseveraba.
La cosa no quedó ahí ya que también ha hablado sobre Tinder, sexualidad y toda una retahíla. De este modo, Emilio Montes se convirtió conocido en las redes sociales.
Desde "la parroquia tiene bizum" a los sermones sobre Tinder y el amor: el padre Emilio, cura de Valdepeñas, Ciudad Real, reparte para todo y para todos. ? pic.twitter.com/g8eMwAy7zQ
— Público (@publico_es) November 4, 2020
Ahora, ha vuelto a la carga en una de las homilías cuestionando el papel de la ciencia frente a la pandemia.
«Quien conoce cómo funciona la creación es Dios. Y es Dios quien produce en nosotros esa luz para saber encontrar el remedio», comenzaba diciendo.
«Poner a veces a la ciencia en un lugar que no se merece, que es el lugar de Dios, nos puede llevar incluso a pensar que todo lo resolvemos. luego llega un bichito que se cura con lejía, agua y jabón, y nos descoloca la vida a todos», agregaba.

«Dios es el que conoce el pasado, el presente y el futuro. Dios es el que sabe qué va a ser de nuestra vida y qué será nuestra vida. Y es muy importante que en todo momento hagamos como Tobías, que nos dejemos guiar siempre por Dios», sentenciaba.
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