Ay, el mundo del deporte, donde ganar un partido te da, al parecer, licencia para besar sin consentimiento. Y claro, si te ofendes, según Manolo Lama, quizás es que nunca te han dado un beso. Porque, ¡vaya!, en pleno 2023 todavía necesitamos que nos recuerden que un beso no solicitado no es una muestra de euforia, es una agresión. ¿Alguien más quiere un tutorial sobre consentimiento?
Related posts
ÚLTIMAS ENTRADAS
De Trump a Feijóo: el plan para cargarse la democracia desde dentro
Cuando perder ya no es una opción, la derecha dinamita el tablero
Trump puede desconectar Europa del mundo digital. Y nadie puede impedirlo
La fragilidad tecnológica de Europa queda al desnudo ante el regreso de un presidente imprevisible.
Si cierran Ormuz, abramos los ojosLa geopolítica del petróleo vuelve a encender la mecha del desastre
El cierre del Estrecho de Ormuz, aprobado por el Parlamento iraní tras los bombardeos
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…
Vídeo | Hasbara: blanqueando el genocidio
Mientras bombardea Gaza, el Estado israelí despliega una campaña global de imagen financiada con dinero público, desde los escenarios hasta los algoritmos