29 Abr 2024
DESTACADA, POLÍTICA ESTATAL

Pozo sin fondo. Tras dos años de su inauguración y sin apenas pacientes, el Zendal de Ayuso supone un despilfarro de dinero público 

El hospital de emergencias Isabel Zendal ha generado un gran gasto público en los últimos años, a pesar de que solo atiende a un número testimonial de pacientes.

El hospital de emergencias Isabel Zendal, inaugurado en la Comunidad de Madrid a raíz de la pandemia del Covid-19, se ha convertido en un pozo sin fondo de dinero público, que no termina de engullir dos años después de su inauguración.

La construcción de esta infraestructura, que fue presentada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como una de sus medidas estrella para hacer frente a la pandemia de COVID-19, aunque se volvería en contra debido a que ya costó el triple de lo presupuestado. Desde entonces, el hospital ha seguido recibiendo millones de euros en contratos públicos a dedo, incluso después del fin del Estado de alarma en 2021 y a pesar de tener una actividad mínima.

Ayuso Zendal

Los datos aportan que, solo en 2022, el Gobierno regional ha destinado 15,27 millones de euros para el funcionamiento del Zendal, mientras que los médicos de la región se han visto obligados a realizar protestas debido a los recortes en la atención primaria y los centros de salud, así como a la falta de recursos para realizar su trabajo.

Además, la Comunidad de Madrid ha adjudicado el último polémico contrato a dedo para el mantenimiento de la infraestructura del Zendal por 571.000 euros en Nochebuena. Cabe destacar que aunque se desconoce el periodo por el que se realizarán estos trabajos, la empresa encargada, Serveo (antes Ferrovial), ya ha recibido casi tres millones de euros para este fin desde la inauguración del hospital.

A estos contratos de mantenimiento se le añade otro contrato en 2022 por 4,46 millones de euros para la limpieza, desinfección, desinsectación y desratización del Zendal.

Las adjudicaciones para el Zendal se han realizado por la vía de emergencia, es decir,» sin concurrencia pública, ni publicidad», tal y como indican desde elDiario.es.