28 Abr 2024
DESTACADA, POLÍTICA ESTATAL

Almeida partidario de «castigar a los bastardos rusos» ante unos humoristas que se hacen pasar por el alcalde de Kiev 

El alcalde de Madrid también ofrece enviar de vuelta a ucranianos refugiados para que vuelvan al frente.

Hace un mes el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, fue víctima de una broma acometida por parte de dos humoristas rusos, Vovan y Lexus, en una reunión con el que creía que fuera el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko se ha publicado en Rutube (el Youtube ruso).

Durante 15 minutos el alcalde de Madrid lanza preocupantes alegatos en los que menciona que “es necesario castigar a los bastardos rusos aquí en España y en Madrid” y añade que “estamos haciendo lo posible para ello a nivel regional, nacional y de los gobiernos locales”.

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Acto seguido, el supuesto alcalde ucraniano le pide que le ayude a deportar a los ucranianos para que vayan al frente y no que se queden “relajándose” en las playas de España. ”¿Puede Madrid ayudarnos a deportar a Ucrania a los hombres con ciudadanía ucraniana?”, le solicita. Almeida responde con un “por supuesto, no creo que para Madrid sea un problema”.

Sobre el asunto, El HuffPost ha contactado con fuentes del Ayuntamiento para preguntar sobre estas palabras del alcalde. Sin embargo, no se ha obtenido respuesta sobre este tema y su contestación se ha limitado a lo que ya habían expresado en junio después de reconocer que habían sufrido una broma y presentar la correspondiente denuncia en dependencias policiales.

“Cuando se observó el tono y contenido de la llamada, además de cortarla, se puso una denuncia inmediatamente ante la policía, que sigue investigando los hechos”, han argumentado.

Además, desde el Consistorio han reiterado que “no van a dar pábulo a ninguna de las estrategias desestabilizadoras de Rusia”.

En redes también se han difundido unos vídeos en el que los humoristas cuestionan al alcalde por su mote, «¿Por qué te llaman Carapolla?».

En el equipo de Almeida señalan que «es una estafa múltiple que las herramientas de propaganda rusa realizaron a altos cargos de la mayoría de países de Europa, entre ellos alcaldes como los de Viena o Dublín o Ministros como el de Defensa de Reino Unido».