25 Dic 2024

Blog

El lobby nuclear disfrazado de divulgación científica
DESTACADA, MEDIO AMBIENTE

El lobby nuclear disfrazado de divulgación científica 

Una campaña mediática que distorsiona la crisis climática para intereses empresariales.

Es preocupante observar cómo ciertas figuras públicas, disfrazadas de divulgadores científicos, han encontrado espacio en medios que representan intereses empresariales, como el caso de Alfredo García, conocido como “Operador Nuclear”. Su colaboración con portales de orientación ideológica ultraliberal, como Libre Mercado, revela un patrón de desinformación al servicio de intereses económicos. No se trata de promover un debate científico, sino de erosionar la confianza en soluciones climáticas urgentes y necesarias.

En un artículo titulado “La necedad ecologista que será recordada en la historia” en Libre Mercado, García se alinea con narrativas que minimizan la emergencia climática, presentándola como una exageración ecologista. Lo preocupante es que este discurso no es aislado; encaja en una estrategia más amplia que intenta socavar los avances hacia una transición energética sostenible, favoreciendo modelos energéticos que dependen de combustibles fósiles o de infraestructuras centralizadas como la nuclear, que benefician a las grandes corporaciones.

El uso de términos como “necedad ecologista” no es casual. Es un ataque directo a los movimientos sociales y científicos que han trabajado durante décadas para alertar sobre el impacto devastador de la inacción climática. La estrategia es clara: desacreditar las voces críticas y plantear un falso dilema entre energía renovable y estabilidad económica. Pero, ¿a quién beneficia realmente esta narrativa? A empresas como Repsol, cuyo logotipo aparece convenientemente en los anuncios del medio donde García publica.


DESINFORMACIÓN CLIMÁTICA Y NEOLIBERALISMO

La crítica de Rebelión Científica España pone el dedo en la llaga: García no es un divulgador independiente, sino parte de un ecosistema mediático diseñado para confundir y perpetuar el status quo. Al vincularse con Libre Mercado, un portal asociado con Atlas Network, se evidencia su cercanía a agendas neoliberales que promueven la privatización, la desregulación y la negación de problemas estructurales como el cambio climático.

El artículo, además, recoge afirmaciones que contradicen la evidencia científica respaldada por el IPCC y otras instituciones internacionales. No se trata solo de una opinión polémica; es una estrategia para sembrar dudas y frenar políticas climáticas que desafían los intereses de las grandes corporaciones energéticas.

Es especialmente alarmante que García utilice su formación técnica para legitimar su discurso, confundiendo a la opinión pública con medias verdades. La ciencia no es neutra cuando se utiliza para justificar intereses económicos. La insistencia en la energía nuclear como única alternativa viable ignora los riesgos asociados, desde la gestión de residuos hasta la dependencia de materiales críticos, y minimiza el potencial de las energías renovables descentralizadas, que empoderan a comunidades y reducen la huella ecológica.

La emergencia climática no es un capricho ecologista, es una realidad documentada por miles de estudios. Mientras figuras como García alimentan la inacción, las emisiones siguen aumentando y las comunidades más vulnerables pagan el precio de los desastres climáticos.


Este no es solo un debate técnico, es una cuestión de poder: quién lo tiene y quién paga las consecuencias de su ejercicio irresponsable.

Deja una respuesta

Required fields are marked *