Alex Karp no dispara un fusil ni pilota un dron. No hace falta. Desde el despacho de su empresa, Palantir, convierte la guerra en un negocio redondo. Su software decide a quién seguir, a quién señalar y, al final, a quién enterrar.
Cuando le preguntaron por Gaza, respondió con desprecio: “La mayoría son terroristas”. Palabras fáciles para quien nunca ha visto cómo una bomba arrasa un hospital o un colegio.
Palantir vende tecnología, pero lo que compra el ejército israelí es impunidad: un algoritmo que legitima la masacre. Cada contrato firmado es un misil que despega. Cada sonrisa de Karp es una fosa abierta.
Related posts
SÍGUENOS
Trump y el Senado republicano abren el Ártico al expolio petrolero
Mientras millones de personas sufren el cierre del Gobierno, los republicanos votan para destruir uno de los últimos refugios naturales del planeta.
Tanzania enmudece: represión, apagón digital y urnas sin oposición
El país vive bajo toque de queda y censura tras unas elecciones sin competencia, con líderes opositores encarcelados y observadores internacionales expulsados.
Una paz falsa y tóxica se extiende desde Occidente por Oriente Medio
El espejismo de la “paz” de Trump: un genocidio disfrazado de acuerdo diplomático
Vídeo | Mazón, psicópata
Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de SpanishRevolution (@spanishrevolution15m)
Vídeo | Todas somos Gorgeta
Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de SpanishRevolution (@spanishrevolution15m) Hay historias que duelen y, aun así, hay que contarlas.Gorgeta sobrevivió a lo que ninguna persona debería vivir. Y su historia desnuda lo que ocurre en la RD del Congo: violencia planificada para abrir…
Seguir
Seguir
Seguir
Subscribe
Seguir