25 Abr 2024
DESTACADA, INTERNACIONAL

Los talibanes ya controlan 15 ciudades en Afganistán mientras EEUU se da a la fuga 

El 80% de las personas que se han visto obligadas a dejar sus hogares son mujeres y niños.

La ofensiva de los talibanes en Afganistán ha causado al menos unos 250.000 desplazados desde que se recrudeció el pasado mes de mayo. Este éxodo se suma a los 150.000 desplazados que ya tuvieron que dejar sus hogares entre enero y mayo, y eleva el total de desplazados internos en el país centroasiático a 3,3 millones.

Desde la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) apuntan a que el 80% de las personas que se han visto obligadas a dejar sus hogares son mujeres y niños.

Las cifras han sido facilitadas en rueda de prensa por la portavoz de ACNUR Shabia Mantoo, quién señaló que el número de víctimas en las imparables hostilidades es inmenso» y ha alertado que Afganistán «va en camino de sufrir la peor cifra anual de fallecidos civiles en conflicto desde que la ONU tiene registro».

Taliban

15 capitales tomadas

El ejército talibán ya tiene bajo su control 15 capitales de provincia. Este mismo viernes han conseguido tomar la capital de la provincia de Ghor en el oeste de Afganistán, Firozkoh y en las últimas horas también se han hecho con las importantes ciudades meridionales de Kandahar, Lashkargah y de Helmand.

Los rápidos ataques han conseguido que el Gobierno afgano haya perdido 15 de las 34 que tiene Afganistán. Los combates se intensifican ahora en 33 de las 34 provincias afganas, en un momento en el que los talibanes ya han tomado la segunda mayor ciudad del país, Kandahar.

De igual forma amenazan Kabul, capital y la ciudad más grande de Afganistán, con una población estimada en 2015, de 4 635 000 habitantes, mientras la portavoz recordó que la ONU pide, con un poso de la inocencia de desconocer quienes son los talibanes, «un alto el fuego permanente y una solución negociada por el bien del pueblo afgano».

Mantoo ha detallado que la mayoría de los desplazados por el conflicto han evitado dejar Afganistán y «se mantienen lo más cerca posible de sus hogares», aunque unos 120.000 que han huido de zonas rurales y de provincias han buscado refugio en Kabul y alrededores.

Pese a esa pauta de movimientos, ACNUR pidió hoy a los países vecinos que mantengan sus fronteras abiertas a posibles refugiados.

La cobardía de los Estados Unidos

No olvidemos en ningún momento quién es responsable de esta batalla que, de nuevo, pagarán los inocentes. La guerra de Afganistán enfrentó en principio al Emirato Islámico de Afganistán, gobernado por los talibanes, y, una vez derrocado este, a su insurgencia, por un lado, y a una coalición internacional comandada por los Estados Unidos, por el control del territorio afgano.

Comenzó el 7 de octubre de 2001 con la «Operación Libertad Duradera» de los EEUU y la «Operación Herrick» de las tropas británicas, lanzadas para invadir y ocupar el país asiático. La invasión se desató en respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, de los que este país culpó a Osama bin Laden. Para iniciar la invasión, Estados Unidos se amparó en una interpretación peculiar del artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, relativo al derecho a la legítima defensa.

El objetivo declarado de la invasión era encontrar a Osama bin Laden y otros dirigentes de Al Qaeda para llevarlos a juicio, y derrocar el gobierno del Emirato Islámico de Afganistán gobernado por el emir mulá Omar, que a juicio de las potencias occidentales apoyaba y daba refugio y cobertura a los miembros de Al Qaeda. La Doctrina Bush de Estados Unidos declaró que, como política, no se distinguiría entre organizaciones terroristas y naciones o gobiernos que les dan refugio.

El ataque inicial sacó a los talibanes del poder, pero solo temporalmente, y estos recobraron fuerza y posiciones desde entonces. La guerra ha tenido un éxito nulo.​

El portal Wikileaks reveló el 25 de julio de 2010, una serie de documentos que fueron filtrados al gobierno de Estados Unidos, y demuestra un oscuro panorama de la guerra, donde se documentan las muertes de civiles por parte de contingentes de la Coalición y de la OTAN; así mismo de otras operaciones encubiertas, y de cómo los talibanes no están reducidos como se decía en las noticias.

EEUU a la fuga

Ahora, cuando todo apunta a que los talibanes recuperarán Afganistán, las tropas estadounidenses y sus aliados de la OTAN abandonaron durante la noche del jueves pasado la base militar aérea más importante —y la última activa— utilizada por el Ejército de Estados Unidos en el país.

Tras el anuncio, los talibanes manifestaron que “saludan y apoyan” la partida de todas las tropas de Estados Unidos y la OTAN de la base aérea de Bagram, una señal de que la retirada completa de las fuerzas extranjeras de ese país es inminente. “Su completa retirada abrirá el camino a los afganos para decidir sobre su futuro por ellos mismos”, dijo a AFP el portavoz de los talibanes Zabihulá Mujahid.

E Pentágono anunció, que pese a la retirada de tropas del país, Estados Unidos mantendría el apoyo aéreo y antiterrorista «hasta fin de mes», en un intento por frenar el avance de los talibanes en el país. Pero ya no importa, EEUU se retira de la guerra que empezó dejando al pueblo afgano en manos de terroristas.