Pablo Iglesias dio una charla sobre su visión en las fiestas del PCE celebradas en Rivas-Vaciamadrid.
La periodista Paula Chouza, en El País, cronificaba la presencia de Pablo Iglesias en las fiestas del PCE. «No llegó en helicóptero, como Santiago Carrillo a aquella primera fiesta del PCE tras la legalización del partido celebrada en junio de 1977, pero la reaparición de Pablo Iglesias en un acto político desde su retirada el pasado 4 de mayo generó muchísima expectación», comenzaba.
Tal era el regocijo y la expectación por las palabras de Pablo Iglesias que «más de un millar de personas desbordaban el aforo del espacio habilitado para escuchar su discurso junto al secretario general del partido, Enrique Santiago, y el aplauso duró varios minutos».
El publico rememoró aquel eslogan con el que Podemos irrumpió en el panorama político: “Sí se puede”, gritaba el público militante.
Como premonición a su nuevo devenir en el periodismo crítico Iglesias espetaba que «lo bueno de no tener responsabilidades políticas es que uno no tiene que modular su discurso y puede decir lo que quiera. Me voy a aprovechar de esta ventaja”.
Solamente, hubo unos minutos de incertidumbre al comenzar el monólogo del exlíder morado: «un pequeño grupo de jóvenes de extrema izquierda, que apenas un minuto después de que Iglesias comenzara su discurso, trató de buscar visibilidad y reventar el acto al grito de ‘dónde está el cambio, dónde está el progreso'», narra la periodista de El País.
Estos, añade, «fueron reducidos por el personal de seguridad mientras los asistentes rechazaban sus proclamas». “Los que regalan titulares y clics a los medios de ultraderecha no son más que provocadores que merecen toda la contundencia de la militancia popular y comunista”, exclamó el exvicepresidente .
El discurso de Iglesias vehiculó los cien años de historia del partido, su “voluntad de Estado”, la “cláusula de exclusión” que alejó a los comunistas del poder en la Transición y el cambio en la política española desde el movimiento 15-M hace ya diez años.
“Esa cláusula de exclusión implica que hayan tenido que repetirse las elecciones generales en cuatro ocasiones desde 2015 hasta 2019″, explicó Iglesias. “Esa es la que hace que todos los poderes que no tienen controles democráticos se hayan hecho ver de una manera que no se habían hecho ver nunca en los últimos 40 años de historia democrática en España”, señaló en referencia a los medios, la élite del poder judicial y el económico. Para el ex secretario general de Podemos, la voluntad de Estado propia de la tradición comunista implica “muchas contradicciones”, porque gobernar con el PSOE, por ejemplo, “no es la posición más izquierdista”.
Su discurso dejó también frases afiladas: “Hay ingenuos que piensan que el PP se va a sentar a negociar la renovación del CGPJ. Esa época ya se terminó”. De su etapa en el Gobierno, recordó especialmente el choque en el verano de 2020 para sacar adelante los Presupuestos. “Una parte quería acuerdo con Ciudadanos y otra parte con ERC y EH Bildu”, rememoró. “Nos pusimos a correr y ganamos esa carrera y soy perfectamente consciente de que el hecho de que ganáramos implicaba que mi cabeza acabaría expuesta en una pica”.
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