23 Abr 2024
POLÍTICA ESTATAL, PRINCIPAL

Una joven pierde un ojo por los disparos de los Mossos en la protesta por la detención de Hasél en Barcelona 

En Catalunya, los Mossos d’Esquadra no pueden disparar balas de goma desde que el Parlament se lo prohibiera en 2015 tras el caso Ester Quintana, quien también perdió un ojo. Sin embargo, disparan balas de ‘foam’, un material viscoelástico que produce un efecto similar a las balas de goma si hay un impacto directo.

Las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél han dejado a su primer herido de gravedad. Una joven de 19 años ha perdido un ojo tras el impacto de una bala de foam disparada por los Mossos d’Esquadra para dispersar a los manifestantes, según ha informado el centro Irídia para la defensa de los derechos humanos.

La manifestante, que está ingresada en el Hospital Clínic de Barcelona, ha sufrido un estallido del globo ocular, está grave pero no se teme por su vida. Desde el Centro de Derechos Humanos Irídia piden colaboración para investigar los hechos, que sucedieron entre las 20.30 y las 20.45 horas en Vía Augusta.

La manifestación en apoyo a Pablo Hasél había salido de la plaza Lesseps y al llegar a la Vía Augusta algunos grupos de manifestantes empezaron a lanzar objetos contra los agentes que custodiaban el edificio policial. Los Mossos replicaron con disparos de ‘foam’.

Balas foam - Ojo

Desde la organización Irídia protestan por el peligro que tienen esas balas para los manifestantes, llegando a provocar heridas tan graves como la que ha sufrido esta mujer, incluso llegando a provocar víctimas mortales en otras ocasiones. 

Proyectiles ‘foam’ y su polémico uso

En Catalunya, los Mossos d’Esquadra no pueden disparar balas de goma desde que el Parlament se lo prohibiera en 2015 tras el caso Ester Quintana, quien presentó una querella criminal contra los Mossos después de perder un ojo, pero pueden disparar proyectiles de ‘foam’. 

Foto de la mujer herida por una bala foam — Paula Ericsson
Foto de la mujer herida por una bala foam — Paula Ericsson

El proyectil de ‘foam’ tiene 40 milímetros de diámetro y al estar hecho de material viscoelástico, similar a una espuma, hace que su impacto quede repartido entre el proyectil y el objetivo. Pero a diferencia de la bala de goma, el ‘foam’ no rebota cuando toca el suelo, por lo que las lesiones por este tipo de proyectiles de precisión se producen por un impacto directo.

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