La ciudadanía gallega está en pleno proceso de empadronamiento para poder votar en las próximas elecciones locales de 2023.
En Galicia se está produciendo un fenómeno extraño y esto está generando una competencia entre alcaldes del ámbito rural para aumentar el número de votantes que puedan apoyarlos en las próximas elecciones municipales.
En algunas aldeas es habitual que un empleo público o en una empresa que trabaje con el ayuntamiento venga acompañado de una invitación a empadronarse en la localidad.
En el municipio de Castrelo de Miño, el PSdeG ha denunciado ante la Valedora del Pueblo y el Instituto Nacional de Estadística (INE) los empadronamientos «masivos» que ha llevado a cabo, según ellos, el PP en este municipio.
Según los datos del PSdeG, de las nuevas altas registradas en el padrón municipal en el último trimestre, se aprecian «numerosas irregularidades» una vez consultado el expediente.
Los socialistas, en concreto, critican que las personas empadronadas «no residen en Castrelo un mínimo de 180 días como establece la legalidad».
El regidor de Castrelo, Avelino Pazos, ha defendido que «estamos un país libre, cada uno se empadrona donde le da la gana», en declaraciones a Europa Press. «Cuando no tienen otra forma de atacar, crean crispación, pero no les voy a entrar en el juego», ha proferido.
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