28 Mar 2024
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150.000 familias bajo el umbral de la pobreza por la insuficiente cobertura de Sanidad 

Una familia con poca capacidad de pago tiene que elegir entre dentista y medicamentos, de manera que deja los dientes para otro momento

El Consejo de Ministros ha aprobado esta semana el anteproyecto de Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión sanitarias, un texto aún sujeto a un largo trámite hasta aprobarse, pero que pretende derogar la norma aprobada por el Ejecutivo de José María Aznar en 1997 que impulsó la privatización en la sanidad.

La nueva norma también prevé también la eliminación progresiva de los copagos, recogida en el pacto de Gobierno. Desde principios de año, seis millones de personas están exoneradas de pagar medicamentos: los pensionistas con rentas bajas, las personas con prestación por niño a cargo y menores con discapacidad (superior al 33%). Estos colectivos, desde la entrada en vigor de esta ley, tampoco tendrán que asumir el coste de las prótesis ortopédicas.

Sin embargo, tal y como explica elDiario.es, a pesar de que se han ido dando pasos para revertir la reforma que el PP puso en marcha en 2012 para ahorrar durante la anterior crisis, la eliminación de la gratuidad de los medicamentos durante todos estos años ha pasado factura, sobre todo a las familias más pobres.

150.000 familias bajo el umbral de la pobreza por tener que pagar lo que no cubre el Sistema Nacional de Salud

La atención dental, prótesis, audífonos o gafas no están cubiertos por el SNS

Un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que todo lo que no cubre el Sistema Nacional de Salud como productos sanitarios, atención dental, prótesis, audífonos o gafas ha hecho que se hayan multiplicado por cuatro los hogares a los que estos gastos dejan en la pobreza, pasando de de 32.000 familias en 2006 a 150.000 en 2019. Además, otros 150.000 hogares se sitúan «en riesgo de empobrecimiento» tras estos pagos.

Según el informe, en 2019 un 1,6% de los hogares incurrieron en lo que se llama «gastos catastróficos» en salud y en la mitad de ellos (0,8%) esto supuso situarse en la pobreza. Además en la investigación se señala una importante brecha entre los gastos de los más ricos y los más pobres. Los que disponen de más ingresos invierten el triple en servicios que no cubre la sanidad pública, pero las familias más desfavorecidas destinan un 50% más de su presupuesto a ello. Las familias del 20% más pobre dedican uno de cada tres euros del gasto en sanidad, mientras en los núcleos familiares del 20% más rico de la población, la proporción se reduce a uno de cada cinco euros. Rosa Urbanos, presidenta de la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas) y autora principal del informe explica que: «Una familia con poca capacidad de pago tiene que elegir entre dentista y medicamentos, de manera que deja los dientes para otro momento. En el caso de los grupos poblacionales más ricos, esa disyuntiva no se observa. Eso pone de manifiesto la elevada desigualdad». Es decir, el porcentaje de personas sin recursos que no tienen sus necesidades de dentista cubiertas se ha duplicado creciendo del 6% al 12% de 2006 a 2019. Entre las familias más ricas, esta cifra apenas llega al 1% y no ha variado con los años. Y aunque el Sistema Nacional de Salud ha aumentado la cobertura en salud bucodental en los últimos años en niños cubriendo endodoncias o empastes, en adultos se limita a extracciones o tratamiento de infecciones. 

Beatriz González López-Valcárcel, catedrática de Economía de la Universidad de Las Palmas señala, según informaciones de elDiario.es que: «El quintil más rico se gasta ocho veces más en sanidad que el pobre. Es una diferencia muy grande en relación a la brecha que se da en el gasto total: una relación de cuatro a uno».

Esto se explica, entre otras cosas, porque España es un país con mucho gasto privado en sanidad. Más de uno de cada cinco euros (22,2%) los pone el ciudadano de su bolsillo, mientras la media europea se sitúa en 17,8%. Nuestro país se encuentra 13 puntos por encima de Francia y 10 por encima de Alemania.

Los autores del estudio recomiendan nuevos cambios en los copagos, «como la ampliación del tope en función de los ingresos y también a los hogares con parados para reducir las dificultades de las personas más pobres».

«Se han introducido los colectivos vulnerables en las reformas y eso es buena noticia. Pero si no topamos los copagos, habrá familias que no cualifiquen dentro de esta categoría que paguen cantidades nada desdeñables para sus ingresos», concluye la principal autora del informe.